Ellos se sienten reflejados en quienes dejan el alma en las canchas. Son los padres de familia, los tíos y familiares que hacen fuerza desde sus casas, en los estadios o por medio de la televisión, a la hora que los suyos están dejando la piel en los gramados del fútbol.
Mamás que prenden veladoras, que ponen a sus muchachos en manos de Dios, de la Virgen María o de los santos a los cuales se encomiendan.
Familias enteras que gozan y disfrutan de los éxitos y que sufren con las derrotas y con los tropiezos propios del fútbol.
Una familia escarlata que se extiende más allá de las canchas de entrenamiento y competencia, que hoy espera coronar la quinta corona. Cinco de ellas aquí.
Pico y Placa Medellín
viernes
no
no