La placa 221B de la calle Baker, en Londres, corresponde a una casa victoriana, impecable, construida en 1815. Miles de personas la visitan porque allí vivió Sherlock Holmes, según lo cuentan los célebres relatos imaginados por el escritor Arthur Conan Doyle.
¿Qué le hubiera sucedido a la legendaria vivienda de haber sido construida en Medellín?
Elemental, mi querido lector: la hubieran demolido para levantar una torre de veinte pisos… frente a la ciudadanía indiferente.
Recientemente, EL COLOMBIANO sacó de paseo a los fantasmas de Carlos E. Restrepo, Manuel Mejía Vallejo y Francisco Antonio Zea, para narrar la muerte lenta de sus casas.
En dicho reportaje, Luis Fernando González, profesor de la Universidad Nacional, observó que administraciones como la de Luis Pérez demolieron o intervinieron elementos patrimoniales sabiendo que lo eran (verbigracia: La Macarena).
En un recorrido por su vivienda, diseñada por Nel Rodríguez, la artista Cristina Toro me comenta: "Mi casa tiene un descuento en el impuesto predial del 80%, lo cual ayuda pero no es suficiente. Estas casas son costosas por la antigüedad de sus materiales de construcción […] requieren personal de mantenimiento". Y agrega: "Sueño con un proyecto, ‘Quién vivió’, con el que podría crearse una ruta turística en Prado: consiste en identificar edificaciones significativas por su valor arquitectónico y por los personajes que las habitaron".
Si bien se ha invertido en algunas obras, como lo ratifica la Secretaría de Cultura Ciudadana, se precisan acciones estatales que vayan más allá de la simple exención de impuestos o rebaja de estrato para el cuidado de estos lugares por sus ocupantes: establecer vigilancia permanente sobre su estado de conservación, recuperar el espacio público y resolver el creciente problema de inseguridad.
Pero el Estado no es el único culpable. A los habitantes de Medellín nos falta sensibilidad, formación para apreciar nuestros tesoros: nos domina el prurito "innovador" -¡librepensadores para arrasar con nuestra historia… y conservadores cuando se trata de aceptar a quienes piensan diferente…-.
Estamos en mora de darles un lugar en el imaginario colectivo a esas casas históricas, legendarias: además de invitar turistas, convocar excursiones escolares y familiares, y enriquecer sus visitas con personal capacitado con base en investigaciones históricas y documentación arquitectónica.
Medellín tiene una historia fascinante, por eso el debate sobre la protección del patrimonio es fundamental en el Concejo… así como en nuestros hogares y la academia.
As bajo la manga: Sería muy formativo para la ciudadanía que EL COLOMBIANO continuara haciendo perfiles dominicales de todos los aspirantes al Senado, como lo hizo con Álvaro Uribe Vélez: nos interesa apreciar con el mismo despliegue las voces de los representantes de partidos como el Liberal, Polo, Verde, etc..
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6