Faltaban menos de dos mil metros cuando Éider Arévalo se sentía sin tanque de oxígeno para concluir los 20 kilómetros de la Copa Mundo de marcha que finalizó ayer en Taicang, China.
Su cuerpo, como lo describió el propio huilense, no soportaba más el ritmo de los punteros. 600 metros después, su esfuerzo le cobró factura. Un juez chino le sacó tarjeta roja, dándole a entender que había sido descalificado por la acumulación de faltas.
De inmediato, al atleta de 21 años se le derrumbó todo. “Hoy -ayer- es el cumpleaños de mi mamá y no pude darle el regalo de estar entre los tres primeros o, al menos, terminar la prueba. Lo siento mamá, lo siento Colombia”, y después señaló: “lo único que me queda es decir que Jehová es mi escudo y mi fortaleza”.
Al final ganó el ucraniano Ruslan Dmytrenko con un tiempo de 1:18.37. Y aunque las medallas de plata y bronce fueron para el chino Zelin Cai (1:18.52) y el ruso Andrey Ruzavin (1:18.59), Arévalo se dio cuenta que puede dar la pelea en la categoría mayores, como lo hizo cuando era juvenil, en la que le entregó al país tres títulos mundiales (Chihuahua 2010, Saranks, Rusia y Barcelona, España 2010, en 10 kilómetros).
El mejor colombiano fue José Montaña (1:22.03) en el puesto 32, mientras que Iván Garrido (1:23.58) terminó de 58.
Además, en los 10 kilómetros femenino, la nacional Daniela Pastrana fue 20, luego de invertir 48.54. La ganadora fue la china Dandan Duan (43.05); segunda terminó su compatriota Jiayu Yang (43.37) y tercera la checa Anežka Drahotová (4.40).