Gracias a un concurso que ganó o a un favor del alcalde lo mandan a trabajar en la escuela normal superior del pueblo. Es un pichón al que capacitan en la institución, invierten en subirle el nivel como educador y cuando siente que tiene alas se va a buscar un puesto mejor.
Una migración que golpea las normales, en las que según el Ministerio de Educación el año pasado se formaban 11.232 profesores de preescolar y primaria. Una fuerza educadora que en ocasiones es la única que tienen las escuelas rurales y que también es la base de futuros licenciados.
No solo las golpea porque frente a las exigencias que les hace el Ministerio de Educación esa migración podría dejar a más de una coja o como olmos sin peras.
La investigación educativa sería una de esas peras que se les pide a las 137 escuelas normales superiores que hay en el país, porque para desarrollarla se requieren recursos y personal que suele ser difícil de obtener para muchas de esas instituciones que están en los pueblos.
En Yolombó, por ejemplo, José Ovidio Narváez, rector de la Escuela Normal Superior del Nordeste, se quejó de la falta de apoyo local tanto como de los perfiles de algunos de los docentes que les asignan. Aunque reconoció que reciben ayuda del Gobierno Nacional, tiene que aceptar los maestros que les adjudican por concursos como el que realizó la Comisión Nacional del Servicio Civil.
El problema es que en esos concursos no hay perfiles establecidos para los profesores que formarán a los que luego serán los formadores.
A juicio de la hermana Sara Cecilia Sierra Jaramillo, rectora de la Escuela Normal Superior María Auxiliadora, en Copacabana, estos centros necesitan docentes más especializados y el criterio para asignarlos no puede ser el mismo para un colegio que no tiene como requisito hacer investigación pedagógica.
El planteamiento del presidente de la Asociación Nacional de Escuelas Normales Superiores, Asonen, Jaime de Jesús Pulido Vargas, es que se fije un perfil y un concurso de docentes para las normales.
No tener un personal idónea afectará en la calificación que recibirán algunas en el actual proceso de acreditación que adelanta el Ministerio para verificarles la calidad, al que se inscribieron 135. Las otras dos tiene plazo para hacerlo hasta junio.
Las inscritas tuvieron plazo de hacerlo hasta el 30 de enero y por estos días están esperando las visitas de los pares. Luego recibirán la calificación que les valida la acreditación o las pone en período de prueba.
Pulido espera que luego de este proceso no deje de existir ninguna normal, pero el antecedente no es muy alentador. A finales de la década del 90 se realizó el primer proceso de este tipo y de unas 224 que había desaparecieron 87.
La rectora Sara Cecilia analiza esa situación como un proceso de racionalización para la distribución de recursos, pero también aspira a que en esta ocasión no mueran muchas ya que este es un proceso de consolidación.
En la Escuela Normal Superior Antioqueña -una de las ocho privadas que hay en Colombia- la rectora Ana Beatriz Gaviria contó que la preparación para la acreditación no fue difícil porque se trata de responsabilidad.
Para ella el ejercicio del Ministerio es interesante. El asunto es que por las diferencias de contextos y condiciones de los que habla la hermana Sara Cecilia se ponga en riesgo la existencia de estos centros que, como dijo Pulido Vargas, presidente de Asonen, son el polo de desarrollo de muchos municipios.
Así ocurre con la Escuela Normal Superior Señor de los Milagros (San Pedro) donde según la rectora, hermana Berta González González, se ha formado la mayoría de maestros de la región. El año pasado, incluso, graduaron cohortes de indígenas y afros se van a trabajar a sus zonas.
Y es que en palabras de Pulido los normalistas son unos todoterrenos que van a trabajar en sitios donde quizá algunos licenciados no lo harían.
Laborar de inmediato es una opción pero otros buscan la licenciatura. Ese es el caso de Alexandra Cano Arbeláez, estudiante de Sopetrán quien se radicó en el Valle de Aburrá para terminar su ciclo de formación complementaria y luego validará sus materias en la universidad.
Pico y Placa Medellín
viernes
3 y 4
3 y 4