El Gobierno de Afganistán afirmó este domingo que el asesino del jefe del Consejo de Paz afgano, Burhanudín Rabbani, era natural de Pakistán, e insistió en que el asesinato fue planeado en la ciudad paquistaní de Quetta, cercana a la frontera afgana.
"Las pruebas y confesiones demuestran que el asesinato se planeó en Quetta, y que el individuo que llevó a cabo el ataque suicida contra Rabbani era un ciudadano paquistaní", afirmó en un comunicado la oficina del presidente, Hamid Karzai.
Karzai presidió un encuentro del Consejo de Seguridad Nacional, tras defender esta semana en varias ocasiones que para alcanzar la paz en Afganistán su Gobierno debe dialogar con Pakistán y no con la cúpula talibán, supuestamente oculta en torno a Quetta.
Rabbani, expresidente afgano, ejercía en la actualidad como jefe del Consejo de Paz, un organismo auspiciado por Karzai para negociar con los talibanes una salida pacífica al conflicto afgano.
El jefe de los mediadores fue asesinado en su domicilio el pasado 20 de septiembre por un supuesto talibán que se presentó ante él con el pretexto de que portaba un mensaje de la cúpula insurgente que podría tener un "efecto positivo" para la paz.
Pakistán ha insistido en que cualquier salida negociada deberá tener en cuenta su propio interés estratégico regional -centrado en contener a la India-, pero las élites afganas acusan a ese país de estar apoyando el terrorismo para lograr sus objetivos.
Este domingo mismo, cientos de personas se manifestaron en Kabul contra Pakistán y la supuesta interferencia en los asuntos afganos de sus servicios secretos (ISI), a los que acusaron de estar detrás de la inseguridad y varios asesinatos, incluido el de Rabbani.
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