x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

Hace 30 años murió Alfred Hitchcock, el mago del suspenso

  • Hace 30 años murió Alfred Hitchcock, el mago del suspenso |
    Hace 30 años murió Alfred Hitchcock, el mago del suspenso |
28 de abril de 2010
bookmark

Simplificar es necesario pero no hace justicia a los maestros. Treinta años después de su muerte, la sombra de Alfred Hitchcock no sólo es oronda y reconocible, sino también alargada, ya que la vigencia de su cine sigue inalterable por una complejidad que iba más allá de las magias del suspense.

El cine debe mucho más a Hitchcock que un solo género. Todo giraba alrededor de unos ejes reconocibles: un falso culpable, una mujer rubia o un policía del que burlarse. La industria nunca dudó de su don para el entretenimiento, para convertir el cine en ese "pastel de vida" que uno engullía con facilidad.

Pero los críticos y posteriores cineastas de Cahiers du Cinéma, especialmente Truffaut en su libro El cine según Hitchcock, fueron los primeros en leer entre líneas. En sentir que en la receta del maestro había más de un ingrediente indigesto.

Rascaron en el entretenimiento y encontraron perversión. Descuartizaron el suspense y hallaron alta comedia y pulsión sexual. Y en la planificación de su cine escudriñaron las claves del cine moderno, porque Hitchcock manipuló a su público a nivel subliminal con una inocente cámara.

Iluminó un vaso de leche desde dentro en Suspicion, introdujo el plano secuencia con resultados deslumbrantes en The Rope o convirtió la teatralidad en algo sumamente cinematográfico en Lifeboat. Incluso el formato ahora de moda, el 3D, funcionó para él en Dial M for Murder.

Alfred Hitchcock, había nacido en Londres en 1899 pero se nacionalizó estadounidense. Casado con Alma Reville, en ocasiones su guionista, aseguraba no tener relaciones sexuales desde que tuvo a su hija Patricia. Esa abstinencia sexual sublimada fue uno de los hilos más turbadores de su cine.

Vertigo era en realidad una historia de necrofilia. Rear Window puro voyeurismo. Notorious definía al villano interpretado por Claude Rains por su manifiesta inferioridad sexual. Y la homosexualidad paseaba por entre los rostros del monte Rushmore en North by Northwest.

¿Quién dijo inocencia? La pérdida de la misma hilaba Shadow of a Doubt, uno de sus títulos predilectos, y la candidez de Joan Fontaine frente a la primera señora De Winter hacía que, aun en su ausencia, la verdadera protagonista del primer filme americano de Hitch fuese indudablemente la pérfida "Rebeca".

El mago del suspense no era un cineasta condescendiente con el débil. Disfrutaba mostrando la crueldad del instinto de supervivencia: el villano era más fascinante que el héroe, como en Strangers on a Train. La madre devoraba psicológicamente al hijo, como en Psycho. Y la naturaleza imponía sus leyes a capricho, como en "The Birds".

Entre ese sadismo y la sensualidad volcánica emergía siempre elegante el humor con marca de la casa. Sólo una vez Hitchcock renunció al suspense, y fue para firmar una comedia: Mr.& Mrs. Smith.

El género le acompañó casi siempre: despuntó por primera vez en 39 Steps, se vistió de sofisticación en "To Catch a Thief" y despidió su cine en Family Plot. Desapareció en cambio, en sus títulos más incomprendidos: The Wrong Man, I Confess y Under Capricorn.

Mientras tanto, Hitchcock tenía tiempo para inaugurar términos como el cameo -otra firma personal-, el psicoanálisis para la gran pantalla -en Spellbound y luego en Marnie- o el asesinato de la actriz protagonista, de nuevo en Psycho.

Esta cinta, precisamente, fue concebida para la televisión, lugar que transitó como buen visionario con su serie Alfred Hitchcock Presenta.

También Hitch innovó en la música, gracias sobre todo a Bernard Herrmann, que rompió los moldes de la música sinfónica del cine clásico. Y para los anales queda el "Qué será, será" interpretado por Doris Day en The Man Who Knew Too Much.

También mantuvo abierto el canal de cine y pintura colaborando con Salvador Dalí para los decorados de Spellbound o recurriendo a Edward Hopper para recrear un terror seco por pura taxidermia del motel Bates.

Y hablando de taxidermia, Hitchcock parece el más vivo de los cineastas desaparecidos. Hoy en la cartelera se proyectan homenajes a su cine como Shutter Island, de Martin Scorsese, o The Ghost Writer, de Roman Polanski. Porque, conociendo como conocía las claves de la muerte, supo acceder sin trabas a la inmortalidad.

Te puede interesar

¿Buscando trabajo?
Crea y registra tu hoja de vida.

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD