La muerte rondó a Homero el diciembre pasado. El perro se lo avisó a su dueña con un jadeo incesante, con ruidos fuertes al respirar, la boca muy abierta y la lengua morada.
No era la primera vez que Diana Sanín Peña veía así a su perro Bulldog. Antes Homero había sufrido esos síntomas que avisan episodios de golpe de calor, como se conoce al aumento de la temperatura corporal.
En algunos casos esta situación puede ser mortal y en su primera experiencia el golpe fue tan fuerte para Homero que se desmayó y tuvo que ser hospitalizado.
Ana María Díaz, tipeadora de EL COLOMBIANO, está al tanto de los efectos nocivos de las altas temperaturas en las mascotas. La lectora citó en un tip al médico veterinario Juan Jiménez Lara para explicar que estos animales no tienen la misma capacidad de los humanos para regular la temperatura corporal y que eso se debe, en gran medida, "a que tienen pocas glándulas sudoríficas y su regulación sólo se logra a través de los jadeos y las almohadillas de sus patas".
Esa escasez de glándulas hace a estos animales muy propensos y por eso el médico veterinario Rodrigo Ramírez Ocampo llamó a los dueños de canes a no dejarlos encerrados en los automóviles. La mayoría de casos, dijo, se presentan cuando el perro se queda en el vehículo en un intenso calor sin posibilidad de refrescarse.
No atender el llamado de Ramírez puede llevar al perro a la muerte en cuestión de un cuarto de hora. Tiempo suficiente para que alcance una temperatura al interior del cuerpo alta, la que no debería superar los 41 grados.
En las temporadas de termómetros con números en rojo otras recomendaciones son pasear a las mascotas en las horas más frescas del día y mantenerlos bien hidratados. Tampoco someterlos a largas jornadas de ejercicio.
Los primeros auxilios
Si un can presenta los mismos síntomas que Homero la médica veterinaria Catherine Mejía Valencia recomienda humedecerle el cuerpo con compresas de agua fría, ponerlo bajo el chorro desde el cuello para abajo y acostarlo sobre una toalla húmeda.
Diana Sanín Peña también suele llevar al animal a un ambiente fresco, sobre un piso mojado, donde tenga mucha tranquilidad.
Esas medidas son útiles en los primeros momentos del golpe de calor, pero siempre es recomendable visitar al médico veterinario.
Rodrigo Ramírez sostuvo que estos casos son de emergencia veterinaria y el animal debe ser examinado para determinar si sufrió algún daño en órganos como el hígado, el riñón o el corazón. Incluso si responde bien luego del episodio es mejor someterlo a un chequeo los días posteriores para descartar cualquier anomalía.
Lo que suele hacer el veterinario cuando llega una mascota en esas condiciones es continuar el procedimiento para bajarle la temperatura interna y aplicarle una dosis de corticoide para que se recupere del estrés y el funcionamiento del cuerpo regrese a la normalidad.
Diana Sanín, como es médica y se ha informado sobre esta situación, carga en su botiquín dosis que pueden salvar a su perro en caso de emergencia. Ella es precavida porque teme sufrir lo que pasaron los dueños de un hijo de Homero, que no aguantó un golpe de calor cuando lo llevaron de paseo a Santa Fe de Antioquia y murió.
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