De las cosas fastidiosas para el turista es caminar por la playa y encontrarse vigilantes tipo perro de presa que le dicen que no puede seguir, que es propiedad de un hotel.
Todos sabemos que las playas son públicas. Y toca aguantarse el varillazo, mientras los huéspedes lo miran a uno con cara de quién diablos es ese bicho. A nadie le gusta.
¿Qué tal que entreguemos nuestros Parques Naturales a empresarios privados para que hagan lo mismo? Señor, por ese sendero no puede transitar. O: Prohibido tomar fotos.
En este país, eso puede suceder porque muchos se toman espacios y atribuciones que no tienen. El reciente lío con el casi consumado hotel en el Parque Tayrona encendió las alarmas.
El Ministerio del Medio Ambiente y el Sistema de Parques Naturales pegaron durante semanas en su página el proyecto para la nueva política de ecoturismo con el fin de que el ciudadano aportara.
Se implementarán cambios, aunque hablando con Carolina Jarro, encargada de ecoturismo en los Parques, se han venido haciendo ajustes que irán todo el año.
Con lo del Tayrona hubo voces diciendo que era mejor entregar eso a los privados porque los parques estaban abandonados, lo cual no es cierto. Es difícil cuidar toda la extensión, pero se trabaja. Es que son 56 áreas protegidas en el sistema, 12,6 millones de hectáreas. De esas, 23 están abiertas para el ecoturismo, algunas de ellas concesionadas: en 2011 recibieron casi 700.000 visitantes.
Aunque algunas tienen alojamiento dentro del parque, la idea es que el turista no permanezca mucho tiempo adentro para crear el menor impacto posible, de modo que la organización de las comunidades vecinas jugará un papel mucho más activo en el alojamiento, con lo que se fortalecerá el tejido social.
Los parques son para la conservación y la idea es que cualquier persona lo disfrute, no solo quienes tengan dinero para pagar por un espacio privado en un bien público.
Sí, hay áreas afectadas por la violencia, otras que sufren la devastación maderera, algunas donde la ganadería ha hecho avances, pero ahí están y su cuidado, educación, investigación y desarrollo ha sido constante, con todos los problemas que pueda haber.
Sería ofensivo que se prohibiera transitar por un parque mientras se disfruta de la naturaleza solo porque algunos pagan un dineral para aislarse de esta en medio de ella.
Maullido: nunca una ampliación de vía congestionó tanto lo que antes era fluido como Las Vegas en Sabaneta.
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