El primer ministro tailandés declaró el martes el estado de emergencia en Bangkok y dijo que era el "medio más suave disponible" para restaurar el orden luego de violentos enfrentamientos entre opositores y partidarios del gobierno que dejaron un muerto y 43 lesionados el lunes.
Bajo los poderes especiales (que le dan a los militares el derecho de restaurar el orden y hacer labores policiales) las autoridades pueden suspender ciertos derechos civiles, prohibir cualquier reunión pública de más de cinco personas e impedir que los medios de comunicación informen de noticias que "causen el pánico".
El primer ministro Samak Sundaravej no especificó cuánto tiempo estará en vigencia el decreto, y se limitó a decir que terminará "más o menos rápidamente".
"Lo hice para resolver los problemas del país", declaró Samak en una conferencia de prensa desde una oficina militar en Bangkok. "No tuve ninguna otra opción. El medio más suave disponible era un decreto de emergencia para acabar con la situación usando la ley".
La violencia intensificó una crisis nacional que estalló hace una semana, cuando miles de opositores a Samak, de la Alianza Popular por la Democracia, ocuparon partes del complejo de la oficina del primer ministro y amenazaron con permanecer en el lugar hasta que él renunciara.
La alianza asevera que el gobierno es corrupto y que sirve de apoderado del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, quien fue expulsado por un golpe militar en 2006 y viajó recientemente a Gran Bretaña para escapar de varios cargos por corrupción.
La tensión política se tornó violenta la madrugada del martes, cuando partidarios de Samak enfrentaron a manifestantes de la Alianza Popular por la Democracia, que exigen la dimisión del primer ministro.
Grupos de jóvenes armados con palos, hondas y otras armas improvisadas se persiguieron unos a otros por las avenidas de Bangkok, golpeando brutalmente a quienes lograban atrapar.
También hubo disparos de arma de fuego. Al menos un hombre fue visto por reporteros cuando disparaba una pistola contra un grupo de personas.
Una persona murió por lesiones graves en la cabeza y otras cuatro estan en condición grave, dos por herida de bala, dijo el médico Petchapon Kumtonkitjakarn del Centro Médico Erawan. Señaló que 38 personas fueron atendidas por lesiones en varios hospitales.
La policía fue incapaz de detener el enfrentamiento de la madrugada del martes, que terminó cuando llegaron soldados con uniformes antimotines, pero sin armas.
A pesar del decreto de emergencia, la crisis no mostró señales de ceder. Miles de manifestantes antigubernamentales se atrincheraron en preparación para una posible confrontación con la policía mientras otros manifestantes cerraron un aeropuerto del sur del país.