x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

INDUSTRIA Y EMPLEO

  • INDUSTRIA Y EMPLEO |
    INDUSTRIA Y EMPLEO |
16 de febrero de 2013
bookmark

Qué pena decirlo, pero nuestra economía, o por lo menos nuestras exportaciones, cada día se parecen más a la canción de Ana y Jaime, café y petróleo.

Negociamos todo tipo de tratados comerciales, lo que está bien, pero no hemos preparado nuestro aparato productivo para aprovechar las ventajas competitivas que estos tratados ofrecen.

Conclusión: pérdida dramática de base y empleo industrial y pequeña canasta exportadora.

Colombia económicamente siempre hace la tarea y es el buen alumno. Además juega limpio con las reglas del comercio. No nos ha ido tan bien y ahora toca embarrarnos un poco para lograr crecimientos mucho más altos.

A Colombia le llegó la hora de tener una política industrial de largo plazo que transforme nuestra economía como sucedió con Israel, y tantos otros países, cuando emprendió el mismo camino.

Empecemos por lo institucional. Una Cancillería distinta, tarea de transformación que le quedó grande a la actual canciller, debe asumir todo lo de comercio incluyendo Proexport.

Las exportaciones y abrir mercados deben ser parte de una política exterior. Y con un Ministerio de Industria se puede diseñar, evaluar, corregir e implementar la política industrial que Colombia la necesita.

Un segundo cambio institucional es el del Banco Agrario que debe convertirse en el banco del Progreso.

Con tres áreas: la agraria, la industrial y la de innovación. Es el brazo de apalancamiento para los incentivos en el campo, en la industria (hay que crear un ICR para la industria exportadora) y en la innovación con fondos de capital ángel y de capital semilla.

Un tercer cambio tiene que ver con toda la política energética. Hay que enfocar esa competitividad en la creación de industria exportadora que encadenada con pequeña y mediana empresa debe ser gran generadora de empleo.

Debemos quemar carbón y gas con las mejores prácticas ambientales para crear empleo exportador con energía muy barata y diseñar la política de largo plazo en energía sostenible hidráulica que podemos explotar. Nuestras montañas no deben servir solo para esconder guerrilleros, deben ser la fuente de energía de Colombia del 2050. Profundizaré sobre el tema en otro escrito pero no se equivoquen, la energía es la columna vertebral del desarrollo industrial y agroindustrial exportador de Colombia. Hoy vamos como los cangrejos, de para atrás.

Hay que fusionar todos los bancos de segundo piso (Finagro y Bancoldex) en uno solo para que a través del Banco del Progreso irriguen los apoyos derivados del boom minero energético en la industria, en el campo y en la innovación.

No es comprando dólares como arreglamos el problema exportador. No, cuando Estados Unidos y Europa tienen la impresora de billetes andando a todo vapor. Es utilizando esa tasa de cambio fuerte y esos recursos para crear grandes incentivos a sectores competitivos nuevos y viejos que produzcan empleo y una nueva canasta exportadora que se beneficie de los TLC.

No se puede mirar pasivamente cómo la riqueza acaba con sectores reales de la economía. No se puede dejar a los cafeteros, al agro o a la industria a la deriva, como hoy sucede, con la tasa de cambio. Hay es que invertir ese recurso finito, esa bonanza, no con mirada fiscal sino industrial y agrícola.

La gran ironía del momento es que con un país rico como Colombia esta riqueza está capturada en pequeños sectores sociales y económicos y no se irriga a todo el país. Las consultas, las licencias ambientales, las invasiones de tierra y los pequeños intereses sectoriales económicos frenan la verdadera revolución económica y energética de Colombia.

Una política industrial con incentivos, seguridad jurídica (que también se ha perdido), una energía barata basada en el carbón y un gran esfuerzo en la financiación del emprendimiento pueden llevar a nuestro país a ser la Corea del Sur de nuestra región. Hay que recuperar esa confianza que se pierde día a día para que pensando en grande podamos retomar el rumbo que se perdió hace dos años y medio.

Te puede interesar

¿Buscando trabajo?
Crea y registra tu hoja de vida.

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD