Apenas culminó el inolvidable partido 3-3 frente a Chile, el 11 de octubre del año pasado, James Rodríguez se desbocó por el gramado del estadio Metropolitano y luego de múltiples abrazos con sus compañeros y el técnico José Pekerman tomó aire y dijo en todos los micrófonos: "le cumplimos a Colombia alcanzando la clasificación soñada".
Su padre, Wilson James Rodríguez Bedoya, admite que esa escena y las muchas en las que su hijo fue determinante en el buen funcionamiento de la Selección mostrando un fútbol dinámico y activo "aún me da vueltas por la cabeza y cada que la recuerdo siento satisfacción de la linda".
Dejarle los genes del fútbol y darle ejemplo con el buen comportamiento que tuvo como futbolista del rentado y ahora como entrenador de divisiones menores de Envigado es para Wilson la "mejor herencia que le pude dar en vida" a James.
Sin embargo, el papá del número 10 de Colombia reconoce que James tiene más cualidades deportivas que lo "hacen un jugador completo y clave para buscar la mejor figuración del país en los mundiales de mayores".
¿Cuáles son las diferencias entre su hijo y usted? A esta pregunta el también mundialista, ya que hizo parte de la Selección juvenil colombiana que estuvo en la Copa Mundo de Unión Soviética-1985, contesta que "lo primero es que tiene una estrellita en la cabeza, ya que donde llega funciona, es zurdo mientras yo era derecho, tiene media distancia y, a sus 22 años, es una persona demasiado madura, porque le tocó guerrearla desde muy joven en el exterior, pues llegó al Banfield a los 17 años".
Chicaneando con la camiseta tricolor que le dio de regalo James con una dedicatoria especial, Wilson cree que la humildad, el sacrificio, la sencillez, la dinámica que adquirió en Argentina, la disciplina y el no dar balón por perdido lo hacen especial.
Integrar una nueva generación le sube las acciones al hoy volante del Mónaco de Francia y por ello su progenitor lo considera "fijo" en la titular que enfrentará a Grecia el 14 de junio en Belo Horizonte.
Aunque como miembro de la familia deportiva, también sabe que "todo dependerá de la protección que le dé Dios y de que mantenga su gran rendimiento, que viene en ascenso" desde que Leonel Álvarez lo puso a debutar, el 11 de octubre de 2011 frente a Bolivia.
Pekerman fue clave
Ser un "jugador de toda la cancha y sumar triunfos en Envigado, Banfield y Porto" son para Wilson otro plus que sostiene a James en Francia y le mantiene la cotización en el fútbol europeo.
Por ese cúmulo de cosas positivas es que no se atreve a darle consejos a su hijo, que nació en Cúcuta en 1991, pero se formó deportivamente en Antioquia gracias al buen ojo del finado dirigente Gustavo Upegui, quien lo acercó al Envigado desde el Ponyfútbol.
"Cuando nos vemos hablamos de sus éxitos, porque para qué le voy a dar consejos a un muchacho tan maduro como él que vive feliz en la Selección. Se maneja solo y bien, es un profesional, ha jugado en tres países, tiene cultura y compromiso".
Lo que también destaca y en eso coincide con el volante del Mónaco es en la mentalidad positiva que caracteriza el proceso de la Selección.
James júnior rescata que "la clave en nuestro éxito con Colombia fue el cambio de mentalidad que tuvimos con la llegada del entrenador José Pekerman ". Y su papá complementa diciendo que el entrenador "es un padre para todos; de ahí que los muchachos lo califican de sobrado, porque supo llegarles y combinar la experiencia de los veteranos con el recorrido de los jóvenes".
En otro aspecto que coinciden los Rodríguez es en que la Selección es un grupo de amigos con gran capacidad. Eso le hace pensar Wilson que Colombia dará de qué hablar en Brasil-2014, siempre y cuando juegue con verraquera, mantenga el fútbol comunitario, la dinámica, el desdoble, el juego vertical y la efectividad que la ha caracterizado en este proceso.
Sin desconocer el potencial de Brasil, Holanda y Francia, sus favoritos, Wilson James candidatiza al combinado patrio de "revelación" del Mundial gracias a que es un equipo maduro que tiene muchas figuras, pero no depende de un jugador en especial, porque "cuando no funcionan unos aparecen otros con la misma calidad que caracteriza a esta generación".
Le cree a ciegas a su hijo y destaca que "es tan inteligente que hasta ya sabe francés"; sin embargo, les recomienda a los integrantes del equipo nacional concentración total y una preparación especial si quieren hacer inolvidable su regreso a los mundiales luego de 16 años de espera.
"El que se deje coger de los nervios sufre y queda eliminado; esperemos que los muchachos tengan personalidad, estén atentos y lleguen en su mejor momento como en la eliminatoria".
James también respeta el presente de Grecia, Costa de Marfil y Japón, pero el recordar que "mi hijo y los demás integrantes están jugando tan bien" concluye que lo normal es que la Selección aproveche la motivación que le dio el buen remate de la Eliminatoria, la personalidad de sus jugadores y el cuarto lugar en la clasificación Fifa para llegar, como mínimo, a los cuartos de final de Brasil-2014.
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