A su personaje le ha tocado vivir el desengaño de una separación y la ilusión de encontrar un nuevo amor.
La vida se le ha complicado a Carlos Alberto García, el yuppie de El último matrimonio feliz, pues el ascenso profesional y el éxito, lo han obligado a sacrificar el amor.
El actor bogotano Juan Pablo Espinosa es el encargado de darle vida a este personaje frívolo y ambicioso.
Aunque en la vida real Juan Pablo asegura que hay que luchar por el amor hasta las últimas consecuencias, cree que este no es el momento para Carlos y Paulina.
Desde muy joven, este bogotano se inclinó por las artes. Al terminar el bachillerato estudió Arte Dramático en Boston y luego trabajó varios años en Los Ángeles.
Al regresar a Colombia se vinculó con Merlina, mujer divina y Tu Voz Estereo. Hoy, además de su rol en El último matrimonio feliz, hace parte del elenco de la obra de teatro Closer, que estará de gira por Medellín al comenzar 2009.
¿Qué le atrae de este personaje y de la historia?
"La manera como la libretista cogió la realidad, no son personajes caricaturescos sino muy cotidianos. Está escrito de una manera en que deja a un lado el machismo. Mi personaje está enamorado de su esposa, aunque las cosas no han funcionado. No es una novela cliché, sino una en la que nos podemos observar en ella".
¿Sacrificaría todo por amor?
"El amor tiene que ser el fundamento de toda relación. Pero a veces es complicado, sobre todo, si hay mucha competitividad. El problema de Carlos y Paulina es que creen que van a encontrar su felicidad en lo material. Uno compite todos los días en todas partes. Por eso creo que la relación tiene que darse en un lugar seguro, tiene que ser una zona donde uno esté tranquilo".
¿Cómo ha sido la experiencia en el teatro?
"Es muy rico reconectarme con las tablas, te exigen mucho más ya que no hay toma dos. Sentir la energía del público es lo máximo. La obra es de las piezas modernas más espectaculares, que nos muestra lo desechable del amor. Se exploran muchas cosas como la verdad, el amor a primera vista y los momentos en los que queremos que nos digan mentiras para salvar el amor".
¿Cómo ha enfrentado las escenas fuertes?
"Hay escenas de cama, de pelea, de abuso. Carolina (Ramírez) hace un estriptís admirable. Lo importante es resaltar que pusimos la obra en un contexto colombiano. Porque son cosas que nos han pasado a todos. A todos nos han dejado o hemos puesto los cachos. El público reacciona de una forma increíble.
¿Qué le espera a Carlos en la novela?
"Está llegando a un punto en que se puso los pantalones y se dio cuenta de que Paulina no es para él, al menos en este momento, así que se va a dar la oportunidad de reconquistar a Chantal".