Los 18 minutos y 10 segundos que duró el primer discurso de Barack Obama como nuevo presidente de Estados Unidos estuvieron rodeados de la euforia y la ilusión de los ciudadanos de la primera potencia mundial.
El 20 de enero de 2008 será recordado como un día clave en la historia del hemisferio occidental.
Sumado a la solemne ceremonia de posesión, la jornada estuvo salpicada de eventos que recuerdan el proceso de creación de la democracia más antigua del mundo.
La voz potente de Aretha Franklin, la simpatía de las pequeñas Sasha y Malia Obama y el movimiento de millones de banderas de rayas y estrellas a lo largo de los campos del Capitolio se vieron en todo el mundo.
La fiesta de la elección tuvo un costo estimado de 160 millones de dólares, una protección de 42 mil agentes de seguridad y una presencia física de dos millones de personas en el momento de la ceremonia de juramento lo que hacen del hecho un acontecimiento sin precedentes.
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