Con cerca de 2,3 millones de motocicletas rodando en el país y 5 millones de personas aproximadas que día a día se movilizan sobre ellas, estos vehículos se convierten de manera indudable en una solución para la movilidad de gran parte de la población en Colombia.
Pero no son exclusivas para brindar una alternativa de transporte de un sitio a otro. En Colombia la motocicleta es, también, una poderosa y cada vez más utilizada herramienta de trabajo y de mejoramiento de la calidad de vida.
Camelladoras
De acuerdo con el Tercer Estudio Sociodemográfico de Usuarios de Motos en Colombia, elaborado por el Comité de Ensambladoras de Motos Japonesas, el 45 por ciento de las personas que se deciden por comprar un vehículo de este tipo lo hacen como una solución de transporte. Por su parte el 21 por ciento de los compradores optaron por la moto para mejorar sus ingresos y porque era un instrumento indispensable para desarrollar su trabajo. Además, un 6 por ciento señalaron que en sus labores diarias les permite hacer de manera más eficiente su actividad.
"Más que un vehículo de recreación, la realidad es que la motocicleta continúa posicionándose como un aliado de los trabajadores colombianos, quienes han visto en este medio de transporte el apoyo en sus labores diarias", sostienen los voceros del Comité en su estudio.
¿Quien compra?
En ese orden de ideas los compradores de motocicletas están ubicado, de manera mayoritaria, en los primeros estratos socioeconómicos de la población. Es así como el 53 por ciento de los compradores reportaron ingresos entre uno y dos salarios mínimos mensuales.
También la moto comienza a permear a otros niveles y se incrementa la compra de estos vehículos en los estratos 3 y 4. En las capas de población con mayor poder adquisitivo aún su compra no es tan alta. Aunque se destaca que quienes las adquieren lo hacen con fines mayoritariamente recreativos o deportivos y no como alternativa de su movilidad cotidiana.
Uno de los resultados que llama la atención es que cada vez más mujeres consideran la motocicleta como una opción de movilización. Prueba de ello es el incremento entre 2006 y 2007 en su porcentaje de compradores. Es así como mientras en el 2006 el 21 por ciento de quienes adquirieron el vehículo eran damas. Para el año pasado ese porcentaje se incrementó al 29 por ciento. Por su parte el porcentaje de hombres pasó de un 75 por ciento al 71 por ciento entre un año y otro.
Si son responsables
Y aunque con el auge de las motos, muchos consideran que el aumento de la accidentalidad se atribuye de manera única a su mayor presencia en las calles, la realidad que generan las estadísticas oficiales es diferente.
No son las motos las responsables de la mayoría de accidentes. De acuerdo con el reporte de las autoridades de tránsito en Medellín, tomadas por el Comité de Ensambladoras de Motos Japonesas, en el 2006 del 100 por ciento de accidentes en los que se vio involucrada una moto, estos vehículos y sus conductores fueron exonerados de toda responsabilidad en la ocurrencia del hecho en un 73 por ciento, es decir fueron ellos las víctimas.
Aún así la responsabilidad sigue siendo la clave para disfrutar estos vehículos.
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