x

Pico y Placa Medellín

viernes

3 y 4 

3 y 4

Pico y Placa Medellín

jueves

0 y 2 

0 y 2

Pico y Placa Medellín

miercoles

1 y 8 

1 y 8

Pico y Placa Medellín

martes

5 y 7  

5 y 7

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

6 y 9  

6 y 9

La novela viene de lo salvaje

25 de mayo de 2009
bookmark

Santiago Andrés Gómez escribió una novela, la primera. Se titula Madera salvaje y, para decirlo de una buena vez, es autobiográfica.

Es la historia de un joven que quiere hacer cine y para ello fundó una empresa, Madera Salvaje. Con ella consigue hacer lo que más le gusta: cine; gana premios; llenarse de amigos; tener una novia... ir por la vida como un triunfador, aunque sin humildad.

Pero la realidad no es como él quiere. Entra en la droga. La alienación y el sentido de autodestrucción se apoderan de él y, por un tiempo, no sabe si va a poder salir de ahí.

Uno diría que no hay afán en saber que el autor es, a su vez, el personaje narrador. Total, en esta novela también hay ficción, que consigue llegar adonde el realismo no se atreve o adonde el racionalismo no puede entrar.

Pero Santiago señala: "es una realidad descarnada que yo mismo viví con mis amigos, y mal haría en decir que es pura ficción".

Proceso creativo
En los seis años que pasó escribiendo y volviendo a escribir, una y otra vez esta novela, fue encontrando, bien por consejos de otros o por sí mismo, que la narración en primera persona, lograba más contundencia que la que tenía en tercera persona.

"Encontré una narración en primera persona del escritor; no tanto una primera persona del personaje narrador", aunque en este caso se confunden.

Con eso logró darle relieve a otros personajes.

Así, pues, en esta historia delirante, que sucede en la Medellín de los años 90, Santiago Andrés Gómez decidió poner su propio nombre como personaje principal.

De este modo, asumiéndose como personaje, cree que consiguió una novela más vital, con más textura.

"Pude ver mejor las emociones. Es una obra más visceral".

Introyección
Santiago Andrés Gómez, el autor, no el narrador, mira a través de sus gafas, las cuales no retira de su rostro mientras hablamos. Está sentado a una mesa de bar de la vida real, no en una de novela, fumando cigarrillo y sin beber nada porque la camarera olvidó traerle el agua que pidió minutos antes. Cuenta que el tratamiento de rehabilitación le sirvió para aprender a introyectarse en sí mismo, sin necesidad de sumergirse en la droga, "un hoyo vacío".

"Mi relación con las drogas -dice mirando un punto incierto detrás de mí, como si leyera en un tablero- fue un romance que terminó mal. Uno cree que la droga da libertad para escribir. No. Lo ata a uno. Y no hay imparcialidad ni humildad".

Otra de las modificaciones que fue haciendo en el camino fue la de "eliminar las palabrotas". El libro estaba colmado de palabras obscenas. Y, la verdad, así era la vida a la que él se refiere. Así eran los diálogos. Una sola frase podía estar más cargada de palabras vulgares que del lenguaje llano.

Y aunque así eran las cosas, entendió que la novela o, mejor, el texto escrito no lo resistía. Sí, dejó muchas de esas expresiones, ¿cómo iba a abolirlas? ("-¡Matame pues hijueputa! ¡Mariconcito tu papá, ¿oís? ¡Que no te dio güevas sino para trabarte! ¡Malparido!", dice un personaje en la página 81 de la publicación). Pero las mesuró y encontró que no perdía realismo y, en cambio sí, evitaba la saturación y ganaba en contundencia.

¿Y el título? Bueno, esa es otra historia. Toma la cajetilla de cigarrillos. Enciende uno. Juega con ella. Habla pausadamente. "Recuerdo que era 1989. Se fue la luz. Yo estaba mirando el reloj apagado. Y pensé: 'madera salvaje'. No sé por qué se me vinieron a la mente esas palabras. Luego me dije que todas la maderas son salvajes. Es más: 'qué no lo es. Hasta lo que llamamos civilización no es del todo civilizado. Siempre es posible ser más civilizado', entonces hay mucho de salvaje en todas las cosas".

La novela de Santiago Gómez, Madera salvaje (Bogotá, Ediciones B, 2009) está en las vitrinas de las librerías esperando a estar más bien en la mesita de luz.

Te puede interesar

¿Buscando trabajo?
Crea y registra tu hoja de vida.

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD