Para todo hay un día y ayer le tocó a La Playa. Esta transitada avenida del Centro, que vive en permanente congestión, durante cinco horas se convirtió en un oasis en el que sólo se escucharon canciones y risas infantiles y se vio a muchos niños jugando felices.
Era el segundo y último de los llamados Días del Centro y la oportunidad para irse en familia a disfrutar de un espacio que generalmente es hostil al ciudadano, por el ir y venir de carros sin parar a mañana, tarde y noche.
Y fue lo que valoraron los asistentes a la fiesta que se armó en La Playa.
-Vivo en Boston y allá no hay muchos espacios para jugar, entonces me vine con mis mellizas Catalina y Verónica Mesa, de seis años, y están felices- dijo Sandra Castaño mientras sus niñas hacían fila para treparse al escalador ubicado en mitad de la calle, uno de los juegos preferidos ayer por los niños.
Sandra se enteró de que el Centro estaba de fiesta y decidió darles esa diversión a sus hijos. Aprovechó para pedir que programen más actividades de este tipo en el sector, pues en su barrio hay pocos espacios.
-Verlos aquí felices es una demostración de que hace falta-, afirmó.
Al lado de sus niñas estaba Luis David Pedraza, un niño de ocho años residente en las Torres de Bomboná, que se veía eufórico. El pequeño contó que en su unidad residencial no hay juegos y la diversión es muy poquita.
-Pero aquí hay muchos juegos muy buenos, los brincos me gustan, pero en semana me aburre la contaminación del Centro-, opinó muy consciente de la importancia de tener un ambiente sano.
Hasta los de afuera
La mañana no estuvo muy caliente, fue más bien fresca, y mucha gente aprovechó para bajar al Centro y gozarse los distintos espacios instalados para los niños.
En medio de los cientos de personas, se escuchó una voz que sonaba como de afuera. Nos acercamos y, en efecto, se trataba de una bumanguesa, la señora Ofelia Martínez, que reía viendo deslizarse a los niños por el escalador.
-Me vine de paseo a Medellín, porque estoy en vacaciones. Es una ciudad muy agradable y esta fiesta que armaron hoy está muy buena-, conceptuó.
Las hermanas Aydé y Yuliana Amaya, residentes en el barrio Caicedo, bajaron a la fiesta con sus hijos Mateo Mercado y Sofía, ambos de cuatro años.
-Muy bueno que uno encuentre donde traer a los niños un domingo, en mi barrio no hay casi dónde jugar-, resaltó Aydé, que pide más días como el de ayer.
La conclusión: luego de la diversión, quedó la nostalgia porque La Playa no pueda convertirse, cada fin de semana, en un gran parque de diversiones infantiles, como lo fue ayer. ¡Claro!, los Días del Centro son sólo cada año, el 1 y 2 de noviembre. Por ahora.
Pico y Placa Medellín
viernes
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