Resulta que no se aplica el Código Penitenciario para definir si el traslado de un preso condenado por graves delitos es procedente. Simplemente se acude a las tutelas hasta que alguna prospere, pues al mejor estilo de la "doctrina Petro", algún juez hará caso a su corazoncito y otorgará al solicitante todo lo que a bien tenga pedir. Eso, al parecer, según temen la Procuraduría y la Policía de Medellín, es lo que permitió a quien es conocido como "Cebollero", volver a su tierra, que tanto extraña, desde la lejana Jamundí. Estará cerca de los suyos, y la Policía ya sabe lo que eso significa.
Pico y Placa Medellín
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