Los testimonios de tres ex integrantes de las Auc detenidos en la cárcel de Picaleña, en Ibagué, llevaron a la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) a ordenar la captura del director del partido de la U, el senador Carlos García Orjuela.
Al llegar a la sede de la Fiscalía, en Santa Marta donde fue aprehendido, García Orjuela recordó que los paramilitares que lo denunciaron tienen como objetivo obtener una rebaja de penas.
Ellos lo acusaron de haber sostenido encuentros con jefes de las Auc en El Guamo, Tolima, y de contar con su apoyo en 2001 cuando se desempeñó como presidente del Congreso, un apoyo que, según él, no requería.
"Soy completamente inocente de lo que se me acusa y, por lo tanto, espero muy rápido que la Corte juzgue. (...) Estoy libre de toda culpa, según mi conciencia y mis pruebas y espero que el país confíe en mí", señaló el congresista.
"No entiendo cuál es el concepto con el que se maneja este proceso. Lo cierto es que estoy atento a que la justicia resuelva y conozca la verdad", dijo García. Agregó que "espero no estar vinculado con otros procesos políticos".
García Orjuela recordó que los paramilitares que lo denunciaron "también trataron de enlodar el nombre" de tres congresistas, entre ellos María Mercedes Cuéllar.
Los señalamientos vinculan a García y a los demás parlamentarios con el bloque Tolima de las Auc, el mismo con el que se habría celebrado una presunta reunión en 2001, en la localidad de San Luis (Tolima).
Aumenta crisis en La U
La orden de captura contra el senador García generó un profundo impacto en el partido de La U, mayoritario de la coalición de Gobierno.
Para sus integrantes, se trata de una circunstancia "preocupante" porque obliga a hacer cambios en la dirección.
Aunque García Orjuela había renunciado a la presidencia de la colectividad cuando se le abrió la investigación, sus copartidarios le pidieron que permaneciera al mando de La U.
Ante su captura, la renuncia de García a la presidencia de La U es inminente. Esto porque según el senador Jairo Clopatofsky, todos los parlamentarios habían decidido que cuando un congresista fuera privado de la libertad, se obligaría su dimisión.
De momento, las riendas de La U serán asumidas por la dirección alterna, integrada por tres senadores y tres representantes a la Cámara.
Así lo aclaró el senador Carlos Ferro, miembro de la dirección alterna, quien además manifestó que la elección del nuevo presidente tendrá que salir de la convención nacional del partido, en noviembre.
Para él, la captura de García Orjuela los tomó por sorpresa, pero espera que ante los tribunales pueda aclarar su situación jurídica.
La representante a la Cámara, Lucero Cortés, quien también hace parte de la dirección alterna, anticipó que se nombraría un presidente de forma transitoria, el cual sería el secretario general de La U, Luis Guillermo Giraldo.
Las senadoras Martha Lucía Ramírez y Gina Parody, y el representante a la Cámara Nicolás Uribe, señalaron que es el momento adecuado para que el partido reconozca que se enfrenta a una crisis por la parapolítica. Además un buen espacio para que se den las reformas de las que se ha hablado.
"Hay que garantizarle a los ciudadanos que esto no va a volver a suceder", afirmó Uribe.
Para Clopatofsky lo importante es que se cumpla el debido proceso y que pueda demostrarle a la CSJ que las acusaciones de los desmovilizados son infundadas.
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