Como con el cambio climático, los precios de las materias primas en el mundo se pasean por temperaturas extremas.
En julio de 2008 el barril de petróleo se vendía a 147 dólares. Cinco meses después, había caído a 31 dólares. Eso es extremo.
Y así como usted percibe los cambios súbitos en el ambiente, del mismo modo, el precio internacional de un barril de crudo puede impactar su vida diaria.
La señal inequívoca es que a partir de lo que marque el precio de esta materia prima se define el valor del combustible y de esa referencia dependen casi todos los elementos de la canasta básica. Pasa similar con el precio del ferroníquel y con el del café.
Pero hay otras señales, menos evidentes en su bolsillo, pero con un eco persistente en la economía del país.
Caída en el comercio externo
El 55,4 de las exportaciones colombianas corresponden a materias primas -también denominadas commodities-. El país produce, fundamentalmente, petróleo, carbón, níquel y café.
Según estadísticas del Ministerio de Comercio, la exportación de estos bienes presentó una caída de 6,1 por ciento, en enero de 2009, un comportamiento que no se veía desde enero de 2003.
Ramón Javier Mesa, director del Centro de Investigaciones y Consultoría Económica de la Universidad de Antioquia, explica que esto representa "menores ingresos por el deterioro de la balanza comercial y los bajos recaudos arancelarios.
El petróleo no se compensa
Las noticias de un aumento en la producción de crudo colombiano no compensan la pérdida por cuenta del precio.
Lo explica Camilo Pérez Álvarez, de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá. "El anuncio de que el país aumentó su nivel de producción a 650 mil barriles diarios es importante, pero no compensa el impacto que ha tenido la caída en los precios".
Coincide con este análisis Daniel Niño, gerente de Investigaciones de Bancolombia. "Durante el primer trimestre mejoró ligeramente el precio y hay un incremento en el volumen, pero no se compensa, porque hablamos de un incremento en producción de 30 por ciento, frente a una caída de precios de 70 por ciento".
Una oferta escasa de café
El café tampoco ha estado libre de volatilidad. En diciembre del 2008 la libra de café colombiano se cotizó a 1,28 dólares. El viernes pasado el cierre marcó 1,88 dólares. Un indicador que favorecería a los exportadores colombianos si las cosechas recientes hubieran sido satisfactorias. En enero de 2008 se produjeron 1.404.00o sacos de café. En enero de 2009 fueron 876.000, en febrero 868.000.
Ramón Javier Mesa explica que esa dinámica impide que medio millón de familias cafeteras del país se beneficien de un precio como el actual.
Agrega que, adicionalmente, a ellos les impacta es el precio interno que defina el Gobierno. Al respecto, el precio de compra ha aumentado. En marzo de 2008 se pagaba el saco a 500.500 pesos, durante el mes pasado los productores recibieron 660.395 pesos por cada saco.
Con el carbón, el fenómeno de precio afectó en otro sentido, el que tiene que ver con los mercados a futuros. Daniel Niño explicó que a Ecopetrol le hicieron un debate más político que económico el año pasado. "Eso hizo que la petrolera decidiera no vender a futuro, como sí lo hizo México que vendió casi toda su producción a futuro sobre un precio de 70 dólares". Para Niño eso le está representando menores ingresos al país.
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