Los niños comienzan a aprender desde antes de su nacimiento, por eso es importante que una vez que una pareja decide tener un hijo se prepare para esa etapa y educar a ese nuevo integrante de la familia.
Expertos hacen recomendaciones acerca de lo que deben aprender los niños y la forma en la que lo hacen.
"Es un deber educarse como padre y como madre, muchas veces la gente dice: 'es que nadie me preparó para ser padre'. Pero es una responsabilidad de uno y no del otro", aseveró la directora ejecutiva de la Asociación Afecto, Isabel Cuadros.
El aprendizaje del niño se divide en dos etapas: la primera inicia desde antes de nacer, cuando mediante los sonidos comienza a conocer acerca de su entorno, de las personas que lo rodean y a percibir los sentimientos que él despierta en esas personas. Una vez ha nacido comienza a adquirir una percepción directa de ese entorno.
Lo que ellos aprenden
De acuerdo con la psicóloga infantil María Helena Restrepo, además de las funciones de asociación, el niño aprende a desarrollar lo que tiene que ver con la construcción de símbolos, lo que lleva a que el niño se reconozca a sí mismo y a su familia.
"Lo primero que el niño aprende es a reconocer su imagen en el espejo, a reconocer su nombre y sobre eso va determinando también el lugar que él ocupa en la familia y se sitúa frente al padre, la madre, el adulto, los niños y junto a las funciones de aprestamiento como las destrezas, el desarrollo intelectual, las discriminaciones, las asociaciones, colores, formas, asociaciones de sonido y objetos. Va construyendo su referencia del mundo y el mundo que lo rodea determina su lugar", explica Restrepo.
Por lo tanto en la primera fase el niño desarrolla todas su funciones sensoriomotoras, las cuales se relacionan con la piel y todos los órganos, al igual que las sensaciones y su conocimiento del cuerpo para poder tener una mejor receptividad frente a todo lo que viene después.
En una segunda etapa, que se inicia con el lenguaje, el bebé tiene una mayor capacidad simbólica y comienza a entender qué son las funciones del mundo, su lugar en el mismo, los oficios, las nociones de cantidad, las letras, el reconocimiento de los símbolos y los signos y posteriormente la relación de los objetos con sus funciones.
"En una etapa posterior de desarrollo, la cual coincide con el cambio de los dientes, el niño ya no necesita de los objetos para poder reconocer sus funciones, por ejemplo para sumar, restar, operaciones lógicas mucho más abstractas y todo lo que tiene que ver con los valores como la honestidad y la ética, los cuales son valores universales que no existen como objetos concretos", asevera la especialista.
En este momento comienzan los porqués, una función más compleja porque se trata de entender, de descifrar, de buscar explicaciones y lo que tiene que ver con la causalidad.
Para la psicóloga, es necesario tener muy presente que "al niño todo el tiempo se le está enseñando, desde la forma como se le está vistiendo, dándole de comer, lo que le hablan, una cosa es la educación formal y otra cosa es lo que el niño está recibiendo de información todo el tiempo. Por eso es tan delicado cuando la gente no percibe que las expresiones y las palabras que usan causan un efecto en los niños".
Lo que no puede faltar
Además de las destrezas cognitivas que adquiere un niño durante su desarrollo fuera del vientre materno, los padres deben enseñarles a sus hijos acerca de aspectos tan esenciales como el amor propio, el autocontrol y la confianza.
Al respecto la psiquiatra y directora ejecutiva de la Asociación Afecto, Isabel Cuadros, señala que lo primero que se le debe enseñar a los niños y que muchas veces se les olvida a los adultos es la autoprotección.
"Los niños deben saber que no todos los adultos son confiables, que hay situaciones de riesgo, es bueno que aprendan a identificar que cuando una persona es demasiado especial con ellos sin que los papas sepan, hay que tener cuidado. Es importante que aprendan un estilo de comunicación directa donde puedan decir sus necesidades y puedan reportar cuando se sientan incómodos con determinadas situaciones", enfatiza la experta.
Además de la autoprotección, los padres deben enseñarles a sus hijos que su cuerpo es sagrado con el fin de prevenir el abuso sexual, al igual que otras actividades de cuidado personal y a la vez enseñarles acerca del manejo de una sexualidad responsable.
"Lo más importante en el aprendizaje es que los niños tengan amor por sí mismos y esto se puede decir desde antes de nacer con mensajes como 'te quiero mucho, eres muy importante', pero a partir de los dos años, cuando los niños están desarrollando un lenguaje externo, se les puede decir que su cuerpo es sagrado y tienen que aprender a cuidarse y a partir de los cuatro años hay que comenzar a decirles que no todos los adultos son confiables", puntualizó.
En definitiva todos los mensajes deben ir encaminados a que el pequeño es muy importante y que hay que cuidarse y tener destrezas de protección, más no de restricción.
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