Al gobierno de Aníbal Gaviria le cayó una plata. Hace un año, cuando Administración y Concejo Municipal diseñaron el presupuesto para 2013, los recursos no estaban ni en las cuentas de los optimistas. Hoy son realidad: $1,4 billones, producto de la fusión Une-Millicom, fusión que el Alcalde insiste en calificar como necesaria: "Hicimos una defensa de lo público. Hicimos lo correcto".
¿Cómo invertirá una plata con la que no contaba? "Habrá equilibrio entre proyectos grandes que necesita la ciudad". Dice Gaviria que se vio tentado a destinarlos a un solo rubro, pero que el análisis se decantó por cuatro frentes: educación, seguridad, inclusión social y salud, y movilidad. Ya están disponibles $220.000 millones y la Alcaldía tramita su inclusión en el presupuesto de este año. El billón $180.000 millones restantes entrarán en marzo de 2014.
¿Habrá auditoría especial? "Para eso están la Contraloría y demás entes que le hacen seguimiento al plan de desarrollo, que vale $14 billones", responde.
Con los frentes definidos, la pregunta obligada es cuándo: las licitaciones, las obras, la compra de predios, los diseños, la generación de empleo, que según Aníbal Gaviria, rondará las 27.000 plazas directas. El plan está crudo. El Alcalde señala que la ejecución completa debe esperarse hacia 2016, que no habrá resultados antes de 18 meses y que parte del plan de seguridad puede hacerse visible pronto.
"Soy un privilegiado de la vida de tener esta oportunidad de dejar huella en Medellín", dice Aníbal. Así traza sus nuevos sueños, valorados en 1,4 billones de pesos.
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