"Tenemos que salvar los océanos si queremos salvar a la humanidad".
La frase del francés Jacques Cousteu cobra relevancia ante el inminente riesgo en que se encuentran estas masas líquidas que cubren el 71 por ciento de la Tierra y que juegan un papel preponderante en el cambio climático.
Los océanos entregan el vital elemento químico de la respiración: "El fitoplancton absorbe el dióxido de carbono y desprende oxígeno", explica Carlos David Hoyos Ortiz, magister en Recursos Hidráulicos de la U. Nacional de Colombia, magister en Ciencias Oceánicas y Atmosféricas de University of Colorado y PhD en Ciencias de la Tierra y de la Atmósfera del Georgia Institute of Technology.
El problema es que cada vez hay mayor acidez, agrega Hoyos, lo que hace que el fitoplancton deje de existir. "Al morir, no solo se afecta el proceso de absorción de CO2, sino la cadena alimentaria de los humanos, ya que son muchas las especies que se alimentan de éste. En realidad, todo hace parte de una cadena donde finalmente todo está conectado".
Los océanos de la Tierra también desempeñan un papel vital en limpiar la atmósfera, y algunas actividades del hombre pueden alterarlos severamente, sobre todo cuando les arroja basura, petróleo y hasta desechos tóxicos.
Su posición la ratifica el especialista George Small quien explica la importancia de este ciclo de vida: "El 70 por ciento del oxígeno que se añade a la atmósfera cada año proviene del plancton que hay en el mar".
Sin ser alarmistas, Carlos David señaló que "tenemos evidencias que nos dicen que tenemos que actuar, y las acciones deben ser honestas".
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