Si usted lee hoy Barro de Medellín , tal vez la figura más inmediata que llega a su mente tiene que ver con lluvia, un derrumbe o el cierre de una vía por cuenta del invierno.
Y si prosigue la lectura, podrá enterarse de una historia emocionante, hecha en casa, que combina teatro, canto y baile para presentar una propuesta innovadora que promueve la diversidad de la ciudad a través del arte.
¿Y de dónde el nombre? ¿Y quiénes la bailan y la cantan? ¿Cuándo?
La historia es una adaptación de la novela del mismo nombre, escrita por el español Alfredo Gómez Cerdá después de su visita a Medellín en 2007.
La obra logró importantes premios de literatura en España, como el Ala Delta en 2007 y Premio Nacional de Literatura Infantil en 2009. Ha sido traducida al italiano, holandés y japonés.
Cuando Xandra Uribe, profesional en comunicaciones y con experiencia en trabajos creativos para Discovery Network, la leyó, sintió una de esas conexiones especiales que ocurren a veces en la vida, y frente a las que es mejor estar atento y dispuesto a interpretarlas y a seguirlas.
Vio en ese texto, que habla de dos amigos, su barrio Santo Domingo y la renovación de vínculos y espacios vitales, las posibilidades de una obra teatral y musical.
Y no simplemente para hacer arte. No. Ella busca comunicar, tocar fibras, que las personas que conozcan el proyecto de Casa de Barro, sientan que pueden hacer parte de él y de las transformaciones que desde allí se pueden generar.
Dos amigos
Con actuación, canto y baile, al ritmo de una fusión de salsa, vallenato, champeta, cumbia, chirimía, coros de niños y un DJ, Barro de Medellín narra la historia de Camilo y Andrés, cuya visión del mundo se abre gracias a los libros que encuentran en el Parque Biblioteca España.
Este espectáculo, dicen en su comunicado de prensa, capta la esencia del teatro musical de Broadway, con un particular sello colombiano, no sólo en la temática de transformación urbana y del cambio de violencia por cultura, sino también en los personajes, interpretados por niños y jóvenes entre los 11 y los 22 años de edad, procedentes de diferentes barrios de Medellín.
Barro de Medellín tomó desde el principio la idea de promover la inclusión social y artística como parte de su filosofía de trabajo.
Entre los integrantes del equipo artístico y administrativo, conviven personas sin distinción de edad, raza, ni condición socioeconómica; todos con sus propios talentos y/o estilos artísticos, reflejando la diversidad de Medellín.
Esa integración social era, sin duda, uno de los puntos clave para Xandra, creadora del proyecto y autora de la letra de varias canciones.
Hoy, Xandra como testigo de la progresiva transformación de Medellín hace realidad su sueño y el de decenas de niños y jóvenes.
"Vine con la idea de montar un espectáculo que hiciera parte, reflejara y promoviera el renacimiento artístico y la inclusión social de la ciudad; además de talentoso y multidisciplinario, nuestro equipo artístico está conformado por personas de diferentes barrios de la ciudad, reflejando la diversidad de las personas que vivimos en Medellín", explica Xandra en el boletín de prensa.
Además de ser un atractivo plan familiar, para compartir en los días de vacaciones y disfrutar de una obra musical de calidad, con la adquisición de la boleta se contribuye a la creación de la Escuela de Formación Artística Barro de Medellín.
La invitación está planteada. No piense en el invierno. Barro de Medellín lo invita a moldear la realidad, nuestra realidad, desde el arte.
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