Flores, frutales, hortalizas, tubérculos, pastos y ganadería... De los efectos del fenómeno de El Niño no se salva ningún sector.
Los resultados, sin embargo, no serían tan devastadoras si los agricultores aprenden a manejar el verano o el fenómeno de las heladas en el cultivo al que dedican sus horas de trabajo.
Los efectos se pueden prevenir o mitigar si se siguen las recomendaciones tecnológicas para los principales cultivos, como el de la papa, uno de los más afectados del departamento.
La producción de este tubérculo en el departamento, según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, ha disminuido en un 40 por ciento, lo que ha ocasionado el incremento de precios.
En la central Mayorista, el kilo de criolla, es el que más se ha encarecido: 2.800 pesos de hoy frente a 900 pesos que costaba en 2009 por esta misma época.
La capira, según el analista de mercado de la Mayorista Alfonso Marín, está entrando de Bogotá y Nariño, porque la del departamento ha rebajado su producción en grandes cantidades. En Antioquia hay unas 11.700 hectáreas sembradas y cerca de 700 de criolla.
Para marzo, dijo, el precio de la capira, hoy en 1.200 pesos, "se puede incrementar fuertemente".
A diferencia de Cundinamarca donde las heladas hacen de las suyas sobre los cultivos, en Antioquia el verano es la causa de los daños en la producción de papa.
El oriente y el norte son las dos grandes regiones paperas del departamento, y aunque en el oriente se presentan mayores precipitaciones, ahora ambas sufren las consecuencias de las sequías.
Para los productores, entre otras (ver abajo), las recomendaciones comienzan desde el momento de la siembra.
El tubérculo, dijo Ignacio Rodríguez, presidente del comité de Fedepapa de Antioquia, debe sembrarse cerca a las corrientes de agua.
Los sistemas de riego, explicó, importantes como medida preventiva, no implican inversiones muy altas si tiene cerca las fuentes de agua.
En el caso de tener disponibilidad de riego, el agua se debe aplicar en horas de la tarde o la noche.
A medio día el exceso de agua sobre la superficie foliar, por los rayos del sol, genera daños sobre el cultivo.
La humedad en el suelo además, disminuye el ataque de plagas como la polilla guatemalteca de la papa, "agresiva cuando hay mucho verano".
La fertilización edáfica y la foliar cobran gran importancia para la planta.
Con la fertilización en las hojas, dijo Rodríguez, la resistencia al estrés del verano es mayor.
"Hay productos que le ayudan a la mata a resistir los periodos de carencia y una vez llegue el agua, la pueda aprovechar al máximo".
Los fertilizantes edáficos, por su parte, permiten que con poca humedad los nutrientes estén más disponibles para el cultivo.
Por último, Rodríguez recomendó tener los abonos listos para cuando caiga agua, de lluvia o riego, aplicarlos inmediatamente.
Por su bolsillo y el de los consumidores aclare sus dudas, infórmese y siga las recomendaciones.
