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HISTÓRICO
El DIM, un rompecorazones
  • Henry Agudelo | Medellín obtuvo su última estrella en 2002.
    Henry Agudelo | Medellín obtuvo su última estrella en 2002.
  • Archivo EL COLOMBIANO | La hincha de Medellín es una de las más fieles.
    Archivo EL COLOMBIANO | La hincha de Medellín es una de las más fieles.

  •  El surtidor de proezas del fútbol consigue ser campeón en tres oportunidades 1955, 1957 y 2002.
  •  Rubén Darío Hernández, con 32 anotaciones, es el artillero más efectivo en la era de la primera división del DIM.
  •  En cinco ocasiones, el onceno rojo logra obtener los subcampeonatos de 1959, 1961, 1966, 1993 y 2002.
PorMedellínLa primera vez que el nombre de la capital de Antioquia aparece en el de un equipo de fútbol es en 1914, propiamente el 30 de abril de 1914, cuando se redacta el acta de fundación del Medellín FBC, con presidencia de José Luis Restrepo (hombre culto como que era escritor de obras de teatro).

El grupo de jóvenes de la clase alta (el balompié se popularizó después de 1925) jugaba desde 1913 cuando hacía partidos con el otro equipo que había en la ciudad: el Sporting FBC.

El Medellín FBC juega, interrumpidamente, hasta 1930 cuando desaparece del todo. Entonces el nombre queda sin uso en el fútbol hasta que Jesús María Burgos (alias El Cura) cambia de nombre a su equipo Real Madrid por el de Medellín FBC para 1933.

Burgos fundó a su onceno en 1926, en el sector de Niquitao, con el nombre de Romano. Este Medellín (todavía llamado Real Madrid) ganó la segunda categoría de la Liga Antioqueña en 1932 y debutó en primera en 1933 (ya como Medellín FBC). Y fue uno de los trece clubes fundadores de la Dimayor en junio de 1948 en Barranquilla.

El Medellín FBC desapareció en diciembre de 1951. Nuevos dirigentes: Luis Carlos Bravo, Alfonso Arriola, Javier Arriola, Ignacio Gómez, Gerardo Gómez y Luciano Villa negociaron la ficha y reaparecieron al conjunto con el nombre de Deportivo Independiente Medellín en noviembre de 1953.

Los colores
El Medellín "de los ricos" (1914-1930) no tuvo identidad en el uniforme y cada vez que reaparecía variaban los colores pero se mantenía la característica de rayas verticales. Usó colores e indistintas combinaciones con blanco, rojo y gris.

El Medellín del "Cura" Burgos, desde 1933, fue rojo y blanco a rayas verticales. Burgos se retiró del equipo en 1938. Los nuevos dirigentes incorporaron el azul a la pantaloneta y el diseño de la camiseta completa -sin franjas- roja (1938).

Su distintivo
El primer escudo que caracterizó al Medellín data de 1945: era azul con una raya diagonal roja en la que se leía Medellín FBC. El escudo tradicional de DIM data de 1954 cuando acaba de crearse el nombre que perdura. (En 1997, el dirigente Jorge Castillo, impuso un escudo que sólo duró durante su administración. En 1998 la institución volvió a utilizar el tradicional).


46 años que marcaron la historia roja

1948-1951: La Danza del Sol

El Medellín entró al campeonato como un grande por la plaza, la afición y el dominio en el campeonato regional. No hizo un buen torneo inaugural, pero en el 49 y 50 fue animador de primer orden con su escuadra formada por cracks peruanos junto con colombianos y ticos.

No alcanzó a subir del 4o. puesto, muy significativo para la época, pero muy poco para la historia. Dejó grandes clásicos en el estadio / hipódromo de San Fernando y en las plazas que visitaba.

La tendencia de todos los equipos del rentado era disminuir sus pasivos, pues las nóminas valían más de lo que el medio podía aguantar. Una vez pasado el entusiasmo inicial, el Medellín de 1951 no sólo cayó al grupo de retaguardia sino que quedó en la ruina. El club que subió a la primera categoría en 1933 desapereció.

1954-1970: La mejor etapa

Tras dos años de ausencia y un vacío enorme en la afición futbolera de la ciudad, un grupo de dirigentes negocia la ficha del viejo Medellín y le da un nuevo nombre: Deportivo Independiente Medellín.

Más grande que su antecesor, el DIM se convierte en el club más importante del campeonato colombiano durante los siguientes cuatro años, al cabo de los cuales ya tiene dos títulos (entonces, más que todos los demás clubes excepto Millonarios con 4).

Pero, insólito caso: los dirigentes están agotados y no salen para el 58. A fines del año, un grupo de jugadores con el respaldo de los dueños de la ficha, engrandecen al equipo, que en agosto del 59 vuelve a ser controlado por los dirigentes, especialmente por Javier y Alfonso Arriola.

Y el DIM sigue siendo el más prestigioso equipo del torneo, después de Millonarios, entre 1959 y 1967, cuando el Cali los desbanca a los dos. El DIM consigue tres subcampeonatos en ocho años, y ve cómo se le escapa el título, en 1964 y 1966.

En 1969 se ubica en la última plaza por vez primera. En 1970, todo lo contrario al pasado, arranca grande y brilla como único líder sólido del torneo apertura, pero el grupo decae, el equipo también y Alfonso Arriola se retira como dirigente del equipo y pasa a ser un aficionado más.

1972-1981: Grandeza perdida

El relevo de dirigentes no se hizo a tiempo y la ficha se fue para Barrancabermeja, al onceno Oro Negro, en 1971. Al año siguiente, 1972, reaparece, en su tercera ocasión, con bombos y platillos.

La gran nómina se desinfla poco a poco y los resultados se hacen cada vez menos efectivos. Pero en 1973, el DIM se armó de un equipo de alta categoría, con sólo dos jugadores extranjeros titulares: el arquero Villanueva, el conductor del rojo de la montaña que vestía en su espalda el número 10, Sarnari, y una base antioqueña maravillosa, con la dirección de "Pancho" Hromazábal.

El juego gustó en todas las plazas, el equipo derrotó a los grandes del rentado, pero no le alcanzó para entrar a la final. De los años 74-77 se destaca la primera clasificación a la final (1975) y el Apertura del 77 que hizo pensar en grande, más el Finalización de ese año que abrió el periodo deportivo más oscuro que vio al DIM dos veces colero (78 y 81).

1982-1991: Surtidor para otros clubes

La Copa Colombia del 81, marcó el inicio de una época interesante, con tres etapas. La del 82 al 86 con Julio Comesaña, que nutrió de valiosos jugadores al club, pero que ganaron en Nacional y en Colombia; al técnico uruguayo se le escapó el título del Apertura en 85 y 86, y no arriesgó en la finales, a las que sólo le interesaba ingresar.

El 3er. puesto del 84, el mejor del club en los 25 años llevaba en el torneo. A Hugo Gallego no le funciona el equipo del 88, pues es noveno, y no hay más tiempo para lo que pudo ser muy triunfo más valioso.

Luego viene la etapa de Jaime Rodríguez, muy parecida a la de Comesaña por resultados y, sobre todo, por los valiosos jugadores que entregó (también a otros equipos y a Colombia), pero más corta (89-91) y de mucho más fútbol. El no haber llegado al cuadrangular final cerró el proceso.

1992-2000. ¿Sin rumbo?

Se abre la peor etapa administrativa de la historia del Deportivo Independiente Medellín. El equipo pasa de mano en mano, de Técnico a Técnico, sin importar el futuro de una institución que se debe a su gran hinchada, que representa el fabuloso patrimonio. Y la inestabilidad administrativa va de la mano de la inestabilidad en la dirección técnica.

En lo deportivo hay que destacar las campañas de Luis Augusto García, que vino a ganar: aprovechó los jugadores que había y trajo los suyos. El título se fue en forma increíble: fue campeón por tan sólo ocho minutos, pues un gol agónico del Junior (con Comesaña) en Barranquilla lo dejó en el segundo lugar (valioso: no se conseguía hacía 27 años, pero el título seguía esquivo desde 1957).

En menor grado la era del "Pecoso" Castro en 1998, otra vez truncada la historia del fútbol para el Medellín; y la de Hoyos en 1999, que bien pudo significar el título o el segundo puesto y quedó en un insípido quinto lugar, que obligaba a cerrarla por la forma en cómo se ubicó en la tabla.

Idos Julio Villate y Luis García, apareció Jorge Castillo (comerciante, empresario y ahora dirigente de fútbol, enigmático personaje) que vino a vivir a Medellín. A la vuelta de dos años tuvo que marcharse por los flojos resultados deportivos, y su manejo dejó al club en la situación más oscura de la historia.
Mario de J. Valderrama y Julio Comesaña, que ya estuvieron juntos en 1985-1986, tienen en sus manos el futuro del Deportivo Independiente Medellín.

2002: Un recorrido por épocas gloriosas
Estrellita, estrellita ... ven no tardes tanto

El Poderoso, el DIM, El Equipo del Pueblo; tres nombres que sólo forman una única pasión. El fútbol. Pasión que se consolidó en la historia y en el recuerdo de la hinchada. Son tantos golpes por los que les tocó atravesar que ahora, gracias a su empuje y ánimos por su equipo, impregnaron en la insignia rojiazul una hija a un par y solitarias estrellas que permanecieron por 45 años.

Cinco subcampeonatos, dos títulos colombianos, cinco presentaciones en la Copa Libertadores y leyendas de la categoría de ?El Caimán? Sánchez, Felipe Marino, José ?El Charro? Moreno, José Vicente Greco, Carlos ?El Pibe? Valderrama y muchos más que no terminaríamos de nombrar.

En 1984, al mando de Comesaña, Medellín ocupó el tercer lugar con un equipo que puso a soñar a su numerosa afición. Para el siguiente año, en 1985, comenzó a sonar el viejo adagio que hoy calla a más de un hincha verde, ?Este año sí?, pues el equipo no logró todo lo que los fanáticos soñaban, la tercera estrella.

Desde ese entonces, el onceno se pasó de alegrías fugaces a tristezas constantes... La tercera seguía lejos. En 1993 al mando del ?Chiqui? García, se armó una verdadera ?Selección Colombia? a tal punto que en cada partido en el Atanasio le marcaba tres ó cuatro goles a sus rivales y así poner a gozar a los casi 35 mil aficionados que asistían al estadio.

Llegó la final, clásico en el coloso de la 74, los dos ( Nacional y Medellín) querían el título de ese año. En Barranquilla, América y Junior buscaban lo mismo.

Carlos Castro, el mismo delantero creado de las divisiones inferiores, ingresaba al terreno de juego. Era el minuto 30 y todo estaba destinado para un doloroso empate y disponerse a los dolorosos cobros de los doce pasos. Y llegó... un remate del ?moreno? puso a soñar a la gente con la tercera estrella. Medellín ganaba 1-0 a su rival de plaza, Atlético Nacional.

Terminó el compromiso, el título se acercaba y la estrella se veía llegar. Todo estaba para celebrar. En Barranquilla seguía el empate a dos goles. El título estaba listo para llevárselo el rojo de la montaña. El estadio coreaba ?Campeón, Medallo Campeón...?, pero no faltó la piedra en el camino. Mackenzie dijo ?no? y anota el tercero para el Junior. El título se fue y la estrella se apagó.

Ahora (2002) la esperanza volvió a nacer y la poderosa ilusión de conseguir la tercera se sintió cerca. Solo dos goles separaban del título al equipo rojo dirigido por el poético y filosófico Víctor Luna. Fue un duelo entre un académico - Víctor - y un empírico - Luis García - que buscaban un mismo objetivo, ser campeones y brillar por encima de los demás oncenos del rentado nacional colombiano.

Medellín con goles de ? El Piña? Álvarez y Mauricio Molina conquistan la historia a la que parecían estaban acostumbrados, la eliminación. 45 años de sufrimientos nublan cuanto enredo futbolístico atravesó por el equipo. Hoy plasman en su escudo, un esfuerzo que perdurará por muchos años más.

Los que no se olvidan...

José Manuel Moreno
Es el personaje mayor de la historia roja. Los dirigentes del nuevo Medellín pensaron en un nombre del nivel de Di Stéfano o Pedernera para la reaparación del club ante sus hinchas.

Y Moreno fue un acierto absoluto, como personaje de primera categoría dentro y fuera del campo. Debutó con el Medellín en febrero de 1954 y se fue en febrero de 1957; el natural ascendiente sobre todos lo llevó a hacerse director técnico (a la vez que jugador) en julio de 1954 (en remplazo del paraguayo Delfín Benítez Cáceres).

Volvió al DIM como técnico en marzo de 1960 y se fue en definitiva en agosto de 1962. En abril de 1961 jugó su último partido y anotó su último gol, al alinear de ocasión en el estadio Alfonso López de Bucaramanga (nacido en agosto de 1916, tenía 45 años, el hombre de más edad que ha jugado y anotado en el campeonato de la Dimayor).

Moreno aportó al DIM la primera estrella, la de 1955, y, sobre todo, su figura hizo al Medellín el equipo más importante del fútbol colombiano de la época postdorada (1953-1957).

Moreno era un jugador total: de todo el campo, corría los 90 minutos, de talento y personalidad. Así fue en la vida: un campeón en su profesión, mientras daba rienda suelta a la bohemia antes y después de jugar.
Para los viejos hinchas argentinos, Moreno fue el mejor futbolista argentino de todos los tiempos. Fue campeón en todos los campeonatos que jugó (excepto Uruguay): Argentina (con River), México (con España), Colombia (con Medellín), Chile (con U. Católica). Murió en su casa de Buenos Aires en agosto de 1978.

Omar Corbata
El gran puntero derecho de la selección Argentina de 1957 y del Boca Juniors fue un hit de la directiva del Medellín. Corbata jugó en el club entre 1965 y 1969, época que dejó el gran subcampeonato del 66 y la primera actuación en la Copa Libertadores (1967). Corbata dejó su sello de talento, manejo de balón y excelente cobro de tiros libres en el campeonato de la Dimayor. Murió en la ruina, en una pieza del estadio de Racing.

René Seghini
Llegó al club en julio del 54 y fue el complemento ideal de Moreno, al que reemplazó como técnico en marzo del 57. Seghini es la cabeza principal de la conquista de las dos estrellas del DIM: como crack en el equipo del 55 y como técnico que mantuvo la unidad en la larga temporada del 57, en la que remplazó a Moreno que se fue antes del comienzo del torneo.

Se fue al Bolonia de Italia en 1958 y regresó y participó en el movimiento de reaparición del club para 1959. En agosto de ese año se fue al Deportivo Cali y volvió al DIM en 1962 como asistente del técnico de Moreno (al que reemplazó en algunos partidos). Tras un paso fugaz por Nacional en 1963 se fue a Nueva York, donde vive y trabaja para Alitalia.

José Vicente Greco
El zurdo genial es para muchos el mejor futbolista que jugó en el Medellín en toda la historia (consideración hecha sobre el nivel desplegado en el club, pues en la carrera general Moreno no tiene discusión).

Greco llegó en 1956 y formó en el gran campeón del 57, temporada en la que ganó el Botín de Oro. Fue campeón con Santa Fe en 1958. Luego fue a España donde tuvo relativo éxito. Regresó al DIM en 1961 y se retiró del equipo al comienzo de 1966. Entre 1963 y 1965 tuvo varias etapas como técnico.

Mario Agudelo
Surgido de la cantera criolla del Nacional, pasó al Medellín en 1962 y tras una brillante etapa pasó al Cali en julio de 1967, para cumplir con lujo en nóminas repletas de foráneos. La suya fue una de las más grandes transacciones de la época.

En el sistema de hoy, Agudelo sería un volante mixto. De excelente trato de balón, tanto en el quite como en la entrega, el juego de Mario se basaba en la inteligencia. Fue subcampeón con el DIM en la gran campaña de 1966 y se despidió del club poco después de la Copa Libertadores del 67. Jugó con Colombia en 1966 y 1969.

Herman Aceros
Tres temporadas, a partir de la de 1964, permitieron que el gran delantero santandereano entrara en la historia del DIM. Proveniente del Deportivo Cali vino al DIM y de aquí se fue al azul de la Capital de la República, Millonarios, transacción que demuestra el nivel del Aceros de entonces.

Hábil y rápido delantero, hizo el primer gol de Colombia ante la Unión Soviética en el célebre empate (4-4) en el Mundial de Chile 62. Fue tercero en el 64 y subcampeón en 1966, temporadas que vieron cómo el Medellín dejó escapar increíblemente la estrella.

Felipe Marino
Lo trajo a Colombia el Sporting en 1953 y estuvo en dos épocas en del Medellín: de 1954 a 1955 y de 1959 a 1960. Fue campeón en el 55 y subcampeón en el 59, y en esas dos temporadas ganó el Botín de Oro como máximo artillero del campeonato colombiano con 22 y 35 goles, respectivamente.

Para muchos Marino es el mejor cabeceador que existió en el fútbol de Colombia y, sin duda, el que más goles anotó de cabeza en Colombia.

Efraín "Caimán" Sánchez
"Mi equipo del alma es el Medellín", declaró muchas veces el "Caimán" (y jugó en muchos equipos: además del DIM, en América, Cali, Santa Fe, Millonarios, Nacional y Junior y en San Lorenzo de Argentina y en el Atlas de México).

Jugó en el DIM entre 1954 y 1957 y entre 1960 y 1962. Fue técnico entre agosto del 62 y agosto del 63 y de agosto del 77 a marzo del 78. "Caimán" fue el golero en los dos primeros títulos del Medellín, que armó gran conjunto empezando por el arco. Para muchos, Sánchez es el mejor portero colombiano de todos los tiempos. Fue el técnico de Colombia subcampeón de América en el 75.

Posiciones
El poderoso de la Montaña no participó en 1952, 53, 58 y 71. En tres oportunidades fue colero: 69 (junto con Magdalena), 78 y 81. Y en dos ocasiones el campeonato no terminó, por lo que no hubo posiciones definitivas.

1948: 7o.
1949: 5o.
1950: 4o.
1951: 16o.
1954: 3o.
1955: 1o.
1956: 5o.
1957: 1o.
1959: 2o.
1960: 5o.
1961: 2o.
1962: 6o.
1963: 6o.
1964: 3o.
1965: 8o.
1966: 2o.
1967: 8o.
1968: 7o.
1970: 5o.
1972: 10o.
1973: 4o.
1974: 7o.
1975: 6o.
1976: 9o.
1977: 10o.
1979: 12o.
1980: 12o.
1982: 7o.
1983: 8o.
1984: 3o.
1985: 5o.
1986: 5o.
1987: 8o.
1988: 9o.
1990: 5o.
1991: 8o.
1992: 13o.
1993: 2o.
1994: 4o.
1995: 7o.
95/96: 12o.
96/97: 12o.
1998: 4o.
1999: 5o.

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