La situación que vive el equipo Independiente Santa Fe, acusado de haber recibido varios miles de millones de pesos del narcotráfico, no es ajena en la historia de nuestro fútbol, pero por eso no deja de ser grave y preocupante.
Desde hace décadas, los dineros calientes se han infiltrado al fútbol y en varios equipos ha sido evidente la influencia de grandes capitales de dudosa procedencia.
Es una lástima que el fútbol, principal espectáculo y entretenimiento del pueblo colombiano, siga teniendo este tipo de escándalos.
Por eso es bueno que las autoridades intervengan los equipos, realicen las investigaciones y, si es del caso, sancionen a los responsables. En el fútbol, como en todas las actividades de la vida nacional, la transparencia es fundamental.
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