Sólo faltó que a las vías del Oriente les pusieran peralte y rotonda. Ayer, en los Nacionales de ciclismo, los pisteros hicieron suya la contrarreloj.
Carlos Ospina, un chico forjado en las carreteras de Amalfi, que se la ha pasado entre la pista y la ruta, fue el ganador de la crono de la categoría élite de los Nacionales, y en los que Carlitos marcó un tiempazo de 36.29, (a un promedio de 51.25 kilómetros por hora) y se quedó con un inimaginable oro para el Orgullo Paisa.
"Iba por el podio, pero ganar me deja sin palabras. Es el premio para un año de mucho esfuerzo, muy duro, pero que deja un buen fruto", sostiene Ospina, quien este año estuvo bajo las órdenes del técnico José Julián Velásquez en la Selección de pista de Colombia.
Ospina, quien llegó a ser líder de la Vuelta a Colombia de 2008 en su paso por el GW-Shimano, y especialista en la madison, junto a Carlos Urán, superó por un segundo al también antioqueño Rafael Infantino (EPM-Une), y por 19 a Víctor Hugo Peña (Colombia es Pasión-Café de Colombia), quienes completaron el podio de los mayores.
"Esto es puro trabajo. Al Clásico RCN nos llevaron a rodar muy fuerte, y eso te ayuda. Se crecieron mis ganas de sufrir en la crono", dice Carlitos, quien reemplaza en ese lugar a Juan Carlos López, y quien además puso la cereza en el postre de los pisteros, pues el bogotano Félix Barón (37.02), también de la Selección de velódromo, se quedó con la categoría sub23, por encima de su coequipero de Bogotá, Winner Anacona (37.15), y del antioqueño Isaac Bolívar (37.58).
Una moñona para los hijos de los peraltes.
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