Los rebeldes chiíes del movimiento hutí "Ansar Alá" (Seguidores de Dios) tomaron ayer la sede del Gobierno yemení y el edificio de la emisora de radio oficial en Saná, después de que los militares que protegían el lugar se retiraran en acto de rebeldía.
Esto en momentos en que el primer ministro yemení, Mohamed Salem Basandawa, presentó su dimisión como paso previo a la formación de un nuevo Gobierno tras la presión en las calles del movimiento chií de los hutíes.
En un comunicado dirigido al pueblo yemení, Basandawa informó de su decisión, antes de presentar su renuncia oficialmente ante el presidente del país, Abdo Rabu Mansur Hadi, aprovechando que se está celebrando una reunión extraordinaria del Gobierno en Saná.
El hasta ahora primer ministro acusó a Hadi de "monopolizar el poder" y de no respetar el principio de cooperación entre el jefe del Estado y el jefe del Gobierno, según lo estipulado en el acuerdo por el que se formó el Ejecutivo en 2012, después de la renuncia de Ali Abdalá Saleh del poder.
Además, aseguró que ha estado en "desacuerdo" con Hadi en la mayoría del tiempo en los dos años y nueve meses que lleva al frente de la coalición nacional formada en febrero de 2012.
Los hutíes exigen la formación de un nuevo Gobierno, y la restauración de los subsidios a los combustibles, aunque para las autoridades estas demandas son solo una tapadera a sus intentos por obtener más poder.
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