Una historia. Un legado y un nombre que con solo mencionarlo ya genera en la mente la sensación de velocidad y potencia. Porsche, una marca ícono para el mundo del automóvil.
Y recientemente esta marca fue homenajeada por el museo Autoworld, en Bruselas (Bélgica) con una exhibición de 45 de sus modelos.
Pero no solo fueron los carros. La curaduría y el recorrido de la exhibición también exaltaba la memoria de cuatro miembros de la familia que llevaron la marca -en sus diferentes etapas- a representar el lujo y la elegancia en un carro deportivo.
Su director, Sebastien de Baere, explicó a Efe que la idea de la exhibición de los automóviles Porsche es "contar la historia de esta empresa desde el principio hasta hoy. La herencia del primer Ferdinand Porsche hasta la actualidad. Por ello, presentamos la historia a través de una exhibición de algunos modelos, pero también de las personas que crearon la marca".
Los visitantes pueden admirar 45 vehículos divididos en cuatro secciones, cada una de ellas dedicada a un miembro de la familia de origen austro-húngaro: Ferdinand Porsche, el profesor; Ferdinand "Ferry" Porsche, el empresario; Ferdinand "Butzi" Porsche, el diseñador, y Ferdinand Piëch, el competidor.
El fundador de la marca, Ferdinand Porsche (1875-1951), era un joven de tan solo 24 años cuando se hizo cargo del departamento de fabricación de la empresa Lohner, en donde creó su primer vehículo en 1900. Este vehículo contaba con un motor eléctrico que propulsaba las ruedas delanteras.
Durante 25 años, Porsche desarrolló una carrera profesional que le llevó a trabajar para Daimler, en Viena y en Stuttgart (Alemania), en donde ayudó a fabricar motores de compresión que se convirtieron en la gran sensación en el mundo de la competición automovilística.
Sin embargo, no fue hasta 1930 cuando Porsche pudo fundar su propia firma y expresar todo su genio creativo, como por ejemplo, el diseño de un motor de seis cilindros para la extinguida marca alemana de coches, motos y bicicletas Wanderer.
El segundo hijo de Porsche, Ferdinand "Ferry" Porsche (1909-1998), continuó el trabajo iniciado por su padre, con quien había fundado la empresa, y logró que la marca fuera una de las más conocidas en el mundo de los fabricantes de coches de competición, además de crear el primer automóvil en llevar el nombre de la familia, el Porsche 356.
Los genios del 911
A su vez, el hijo mayor de Ferry, Ferdinand "Butzi" Porsche (1935-2012), que era un apasionado de la aerodinámica, se involucró desde muy joven en el diseño de automóviles de la marca, y de su invención son las líneas del Fórmula 2 Porsche y de uno de los más admirados de la historia, el mítico Porsche 911.
Por su parte, Ferdinand Pïech (1937), el segundo hijo de la hermana mayor de Ferry, llamada Louise, fue el encargado de toda la ingeniería del 911, y "hoy es el consejero delegado de Volkswagen-Porsche. También fue el responsable de hacer famosa a la marca familiar en competiciones como Le Mans o el París-Dakar", indica de Baere.
Respecto al trabajo entre generaciones, el responsable de Autoworld en Bruselas sostiene que "es el algo increíble, ya que nunca hubo espacio entre generaciones desde que se creó la marca Porsche. Tenemos un montón de autos en el museo y, cuando el creador de una marca muere, la marca suele morir con él. La saga de Porsche continúa y es importante decirlo".
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