Otra vez Venezuela le amargó la vida a Colombia. Y, ¡qué vaina!, lo hizo en el mismo escenario donde, en las eliminatorias para el Mundial de Alemania-2006 habían ganado 1-0 con gol de Juan Arango, en 2003.
Anoche, casi se repite la historia. Bueno, por lo menos Venezuela se llevó un empate, 1-1, de Barranquilla.
Algo de cierto tendrán los pronósticos de los numerólogos, porque al minuto 11, del mes 11, del año 2011 llegó el gol con el que Colombia ilusionó, así sea hasta los 78 minutos en su regreso a Barranquilla.
Esa anotación tempranera de Fredy Guarín, la vocación ofensiva, el aprovechamiento de la media distancia y el respaldo de los 43.953 aficionados que colmaron las graderías del estadio Metropolitano hacían pensar en un resultado más generoso que el 1-1 con el que se selló el primer encuentro de local de la Selección en la Eliminatoria Brasil-2014.
Y tenía con que hacerlo, porque en el primer tiempo el onceno nacional fue el que dominó las acciones, controló el encuentro, convirtió en figura al arquero Renny Vega y contagiado por el aliento de la mancha amarilla fue superior con la constante presencia de James Rodríguez y Jackson Martínez.
Movilidad, velocidad por las bandas, trabajo asociado y oficio con la pelota le daban a Colombia los argumentos para estrenarse en la era de Leonel Álvarez con una victoria que respondiera a las expectativas después del excelente comienzo en La Paz frente a Bolivia.
Sin embargo, la lluvia hizo pesada la cancha y fueron los jugadores locales los que se quedaron físicamente, dejándole la iniciativa al conjunto patriota que con variantes a tiempo, pelota quieta y la técnica de la dupla Juan Arango-César González inclinó el campo a su favor.
Aprovechando la impotencia de los colombianos, que se cansaron y desperdiciaron múltiples opciones con Teófilo Gutiérrez, Jackson Martínez, Dorlan Pabón, Gustavo Bolívar y James Rodríguez, Venezuela adelantó líneas e intentó dar un nuevo palazo como en 2003 cuando ganó acá con gol de Juan Arango.
Producto de la presión que ejerció y de la pasividad del adversario, que no encontró una respuesta a tiempo con su técnico Leonel Álvarez para hacer los cambios, la vinotinto logró la merecida paridad por intermedio de Frank Feltsher, quien capitalizó el error de Amaranto Perea, a los 78 minutos.
Ese 1-1, según el orientador Leonel Álvarez, "por no concretar y jugando muy bien al fútbol", le quitó intensidad al entusiasmo de la afición barranquillera, pero no la apagó, porque así la Selección de Colombia no haya rematado bien, demostró en gran parte del encuentro que tiene con qué llegar lejos.
Si su cuerpo técnico hace los debidos ajustes el martes frente a Argentina podrá ilusionarse y poner a celebrar a su fanaticada con la primera victoria en Barranquilla.
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