Leerlo, incluso, puede ser todo un récord. Tantos detalles, tantos números y letras, tantos más grandes, más pequeños, menos, más, largo, alto y en fin. El libro de los Guiness World Récords (GWR) es para hacer un récord en número de veces en las que hay que decir, '¡quéeeee!', '¡No!', '¿ahhh?', 'mmmmmm...'.
Desde la primera hoja se ven cosas extrañas, de esas que no hay en otros libros: "Una vez más, el tipo de letra elegido en la edición de este año es la Franklin Gothic, diseñada por el norteamericano Morris Fuller Benton (1872 - 1948)".
Luego empieza todo el recorrido por esas historias de lo que en algún lugar del mundo, por un osado hombre o la naturaleza misma, nadie más ha hecho o tiene.
Dice así: "La primera persona que murió atropellada por un coche fue Bridget Driscoll (Reino Unido), quien se interpuso en el camino de un vehículo que circulaba a 6,4 km/h en los jardines del Palacio de Cristal (Londres, Reino Unido), el 17 de agosto de 1896". Encima, una foto que muestra su cara.
De seguro usted no tenía ni idea del tema, aunque alguna vez se le hubiese ocurrido. Y fue precisamente ese motivo el que, en 1951, le dio la idea a Sir Hugh Beaver, entonces director de Guinness Brewery.
Todo comenzó cuando salió a cazar y con sus compañeros se preguntaron si el pájaro de caza más rápido de Europa era el chorlito dorado o el urogallo. Entonces "se le ocurrió que un libro que proporcionara la respuesta a este tipo de preguntas podría llegar a ser muy popular", cuentan en la página web oficial: www.guinnessworldrecords.com/es/.
La idea se hizo realidad. Beaver le encargó a Norris y Roos McWhirter, a cargo de una compañía de investigación en Londres, que hicieran el primer libro Guinness de los récords. Fue el 27 de agosto de 1955 y en esa Navidad, uno de los libros más vendidos del Reino Unido.
Récords y más récords
El libro es todo un mundo en sí mismo, de cosas para aprender, de muchos detallitos. Un lector que citan en el texto, lo expresa: "No sé por qué, pero no importa cuántas veces se pasen las páginas y se lean y vuelvan a leer... ¡siempre se aprende algo nuevo!".
Las categorías son muchas. Del espacio, el planeta tierra y el animal, pasando por las hazañas humanas, las historias de viaje, el mundo moderno, las artes, a los deportes y la ingeniería.
Y en esa cantidad, mucho más, son las fotos que acompañan cada uno de los récords, algunos de los cuales se han mantenido durante años y otros a los que van llegando personas con nuevos números y diferentes propuestas.
Ashrita Furman, de Estados Unidos, es el hombre con más número de récords. Tiene 164. En los últimos 12 meses, señalan en el libro de 2010, se añadieron a la base de datos 2.802 nuevos récords.
Es más, dicen ellos, que el Guinness World Récords es el libro sujeto a derechos más vendido del mundo, con 124 millones de ejemplares.
Página 60: "Nos entristeció oír la noticia, en febrero de 2009, que Lee Redmond (E.U.), dueña de las uñas más largas del mundo en las dos manos (mujer), sufrió un accidente de circulación que la privó de sus uñas de 8,65 m de largo. Unos meses antes del accidente, Lee se había unido a GWR en Michigan (E.U.), para ayudar a medir las uñas de 9,05 m de largo de Melvin Boothe (E.U.), uñas más largas en las dos manos (hombre)".
Antes de leer está la imagen. Una mujer que muestra sus manos y caen, gigantescas, unas uñas que se curvan al final. Al lado, el hombre, con unas uñas, gigantescas, que se enroscan al final. Mmmmmm...
La administración de Récords mantiene un estricto control para que éstos sean exactos. Por eso no es tan fácil ganarse o romper alguno. Por ejemplo, para solicitar un récord de altura, las personas deben estar dispuestas a ser medidas tres veces en un día y solo se analizan las peticiones que superen los números actuales: el hombre más alto vivo mide 246.5 cm y el más alto de la historia, 272 cm. '¿ahhh?'.
De Colombia, léase: "Alberga a más de 1.700 especies de ave de cría autóctonas. En comparación, Canadá y E.U. juntos, con un área total muy superior a la de Colombia, disponen de menos de 600 especies".
En este momento uno tendría que poner puntos suspensivos. El Guinness World Récords es toda una osadía, que en 2010, pretendió ser El libro de la década. Eso lo dirá cada quien con su cantidad de 'Vea pues' y de 'plop', que se le antoje hacer.
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