El crucero Costa Concordia, en el que viajaban 4.229 personas, de ellas 3.209 pasajeros, encalló frente a la isla del Giglio después de que el comandante del crucero, Francesco Schettino, decidiese, supuestamente sin autorización, acercarse a la costa, y en esta maniobra impactó contra un escollo, lo que provocó la rotura del casco.
La nave encalló posteriormente frente a la costa de la isla y se inclinó unos 80 grados.
Las víctimas mortales del naufragio son 30, entre ellas un español y dos peruanos.
Continúan los preparativos para remolcar al Costa Concordia, que continúa encallado en la isla, y la armadora confirmó que la base logística para todas las operaciones será instalada en el puerto de Piombino, cerca de la isla de Elba.