En el despacho del alcalde de Sabaneta, Guillermo Montoya Mesa, una veladora ilumina a María Auxiliadora. Él dice sentirse satisfecho por el deber cumplido y porque hizo todo lo posible para dejar el municipio "desatrasado" en muchas tareas.
Un buen manejo de las finanzas y mucha creatividad para buscar los recursos son algunos objetivos logrados. Siente frustraciones en el tema de seguridad, pero económicamente afirma que "este es un municipio que tiene un futuro muy despejado".
¿Qué logros destacaría en el ámbito social?
"Tenemos muchos. En educación hubo un acuerdo: a los tres mejores de colegios oficiales que vivieran en Sabaneta, con mínimo cinco años de residencia, se les pagaba la universidad. Ahora tenemos más de 100 jóvenes con magníficos resultados. Es un gran logro, así no las vaya a entregar yo, las 500 viviendas. El restaurante comunitario: 360 días al año para 150 personas, inclusive a algunos les llevamos a la casa".
¿Cómo fue el proceso de selección en el tema de viviendas?
"Las viviendas fueron sorteadas en junio de 2008. Unas 110 que ganaron sorteo fueron anuladas, porque en el camino hemos detectado algún incumplimiento o falsedad de documento y continuamos explorando. La gente tiene un documento en el que consta que se ganó la vivienda. Son casas que se están entregando en 20 millones de pesos más subsidio del Departamento y la Nación. Construirlas valen 37 millones, pero comercialmente en Sabaneta cuestan 100 millones. Y sin cuota inicial.
Algo bonito es que me metí en un programa: de esas 500 viviendas, a las 50 familias más necesitadas, elegidas a través de un proceso de selección riguroso, la idea era darles la vivienda gratis, no con presupuesto del Municipio sino con una campaña: de mil en mil llegamos a mil millones. Ya hemos superado los 800".
¿Cómo queda el lío de la avenida Regional?
"Desde que empecé la administración cancelé mentalmente ese tema, primero porque el gobierno central dice que esa es una vía municipal. Digamos que nos la aplicaron. Desde que entré a la Alcaldía envíe cartas, porque el Municipio no tenía con qué. Escasamente estamos haciendo Las Vegas, íbamos a meterle la repavimentación. Fue un tema que se volvió un conflicto, una pelea política entre el Alcalde de Medellín, el Área Metropolitana y la Gobernación. En cualquier momento alguien, la Nación, el nuevo gobierno municipal, a través de la Junta del Área, su director y el nuevo Gobernador, con seguridad le van a dar salida. Pero La Regional no se pavimentó por un problema político".
Hay visitantes que perciben a Sabaneta como un municipio tranquilo, ¿cómo siente que queda el tema de seguridad?
"Somos aparentemente seguros, porque nos comparan con Itagüí, Bello o Medellín. Pero donde yo me rajé fue en seguridad. Primero porque hay un problema estructural, te atracan allí a la salida, cogen el atracador lo lleva la Policía ante el juez y lo sueltan. Estamos aquí en un robo permanente, con la Policía hemos hecho un gran esfuerzo con el tema de cámaras, pero es donde yo me siento frustrado, no porque la Policía no haga la acción, nos colaboran y trabajamos mucho. Nosotros no somos ajenos a la incidencia de los otros municipios, no somos una isla aparte".
En lo económico, ¿cómo entrega usted la localidad?
"Yo soy arquitecto, pero el sentido común de buscar el dinero es una facilidad que Dios me ha dado, el pedir, entonces he tocado muchas puertas, unas se cierran, como las de la Gobernación, que nos las cerraron con llave y con candado, pero otras se han abierto: el Área Metropolitana. Por eso Sabaneta pasó, según Planeación Nacional, de ser un municipio económicamente viable a ser un municipio solvente. No quiere decir que seamos ricos, pero hemos hecho los ejercicios".
¿Con qué sentir termina esta administración?
"Me voy feliz porque cuando uno ve lo que ha hecho, es demasiado. Por eso digo, otros no lo entienden, que la próxima alcaldesa quedaría sobrada trabajando el 30 por ciento de lo que he trabajado. Queda un municipio claramente financiado".
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
