Las secuelas que a Octavio Franco le ha dejado el conflicto en el Oriente antioqueño van más allá de los moretones que le ocasionó su caída en una mina antipersonal. Antes de sufrir este accidente, Octavio fue desplazado en 2001 de su vereda Las Flores, en San Carlos, hacia el corregimiento El Jordán, junto a sus cuatro hijos y su esposa, por acciones del bloque Metro de las autodefensas y del frente 9 de las Farc en la zona.
"Menos mal no perdí ninguna pierna. Estaba arriando un ganado, me faltaban cinco minutos para llegar a la finca y Macho, mi caballo, pisó una mina. El pobre perdió tres patas y tuvimos que sacrificarlo", cuenta Octavio.
En el Alto del Aguacate y en San Isidro, en San Francisco; y en La Hondita y Calderas, en San Carlos; el Ejército y el programa de Acción Integral contra Minas Antipersonal de la Presidencia, adelantan desde el año pasado el desminado.
En lo que va de 2009, el pelotón de desminado ha encontrado y desactivado 170 artefactos en Antioquia, entre minas antipersonal, munición sin explotar y explosivos improvisados.
El trabajo se realiza con el apoyo de grupos de Explosivos y Demoliciones (Exde) del Ejército y es verificado por una comisión del programa integral contra las minas antipersona de la OEA.
En enero de 2008 comenzó el desminado humanitario en San Francisco, experiencia que ya se había adelantado en San José del Guaviare y en los Montes de María.
"Las minas de San Francisco fueron elaboradas por los grupos irregulares armados con muy bajo contenido metálico y con ingredientes químicos, lo que dificulta su detección. También encontramos dos trampas cazabobos, que consisten en huecos que tapan con hojarasca y en el fondo y a los lados colocan varillas de acero con puntas para que las personas caigan en ellos. Los militares las llaman trampas tipo Vietnam", señala Germán Leal, jefe de esta misión de la OEA para Colombia.
Miedo al camino
"Más que el daño físico, con el accidente quedé muy afectado psicológicamente. Ahora me da mucho miedo recorrer la vereda", comenta Octavio, quien participa en los programas de apoyo a víctimas, que adelanta su municipio.
Octavio vive del campo y con sus cultivos de plátano y yuca sostiene a sus cuatro hijos y a su esposa. Aunque salir de su finca al sembrado sigue siendo una actividad cotidiana, el recuerdo del 13 de enero de 2004, cuando cayó en la mina, hace que cada paso que da se convierta en una batalla ganada al miedo.
Según Andrés Dávila, director del Programa de Acción Integral Contra Minas Antipersonal de la Presidencia, el desminado en San Carlos ha tenido características diferentes a otros municipios, pues los habitantes de las veredas se empeñaron en regresar, aún con la posibilidad de encontrarse minas a su paso.
"Había presión de la gente por regresar y la comunidad empezó a hacerlo enviando el ganado primero. Entonces entramos con los grupos Exde, para hacer un desminado de emergencia, aunque no tan profundo como el desminado humanitario. Luego enviamos parte del pelotón que teníamos en San Francisco para que hicieran un aseguramiento de la zona ya atendida por el Ejército", dice el funcionario.
Otra dificultad que se ha presentado en el desminado en San Carlos se refiere al poder explosivo de los artefactos encontrados.
"Mientras que las minas de San Francisco pueden llegar a contener hasta 100 gramos de explosivo, las de San Carlos tienen más de 250 gramos", señala Guillermo Leal.
Sin recursos
Según Andrés Dávila, crear y entrenar un pelotón de desminado como el del Oriente antioqueño, que consta de 40 hombres, le cuesta al Estado 1.500 millones de pesos y su sostenimiento mensual alrededor de 100 millones.
"La idea es dejar el pelotón en Antioquia para continuar con el proceso en otros municipios, pero necesitamos más recursos por parte del Departamento para armar un equipo más que pueda cubrir la necesidad de terrenos por desminar", señala Dávila, quien indica que esta la labor se realiza con recursos estatales y de cooperación internacional.
Otros que piden desminado
Cocorná, San Rafael, San Luis y Granada, entre otros municipios antioqueños, le piden al Gobierno Nacional que también envíe pelotones de desminado a sus veredas.
"Hemos manifestado la necesidad de que lleguen a nuestros municipios y estamos a la espera de que se concrete por parte de las autoridades departamentales y nacionales. Mientras tanto hemos realizado desminado de emergencia con los Exde del Ejército en las veredas Palmirita, Alto de la Virgen y La Primavera, y programas de prevención", comenta Héctor Alonso Duque, alcalde de Cocorná.
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