¿A quién no le gustan las películas animadas? La era del hielo, Frozen, El rey león, Dumbo y Toy Story son algunas de las más recordadas.
Niños y adultos por igual disfrutan de las historias que en un principio se enfocaron en los cuentos clásicos: Blanca Nieves y los siete enanitos fue por ejemplo, el primer largometraje de animación a color y con sonido de Disney, por allá en 1937.
En esa época la animación se realizó haciendo los fotogramas uno por uno, o sea, dibujando en papel a los personajes, pintándolos, imprimiéndose en hojas de acetato y luego tomándoles fotografías que se ponen en secuencia para dar la ilusión del movimiento. Un trabajo muy elaborado que hizo felices a miles de personas.
Así fueron cientos de películas animadas, donde Walt Disney llevó la delantera: Bamby, Dumbo, 101 Dálmatas, entre otras, se hicieron apoyados en ese sistema, que más tarde fue perfeccionado por la misma productora de cine.
Más adelante, las producciones caricaturescas dieron un salto al combinar a los personajes animados con los seres humanos como lo hizo uno de los ejemplos más famosos: Quién engañó a Roger Rabbit.
En esta película que fue dirigida por Robert Zemeckis y Richard Williams y que vio la luz en 1988, todos los personajes fueron hechos a mano, no se usó animación por ordenador para luego agregar efectos como las sombras e iluminación para hacerlos más reales.
Además, fue la primera película en reunir personajes de diferentes casas de cine como Mickey Mouse con Bugs Bunny o el Pato Donald con el Pato Lucas.
Tecnología que transforma
Más adelante, con películas como El rey león se usaron los computadores para realizar escenas más innovadoras como la de la estampida de ñus donde muere el padre de Simba.
Allí con ayuda del computador se replicaron cientos de estos animales para recrear la fuerza de la manada.
La animación digital y los estudios como Pixar cambiaron la forma de hacer películas animadas. Con la salida de Toy Story en 1995, la primera película totalmente hecha por ordenador a través de la creación de gráficos en 3D, la animación subió un escalón más.
Filmes como Cars, Los increíbles y Monster Inc. son parte de sus creaciones.
Al igual que Pixar, otros estudios como Dreamworks, con Spielberg a la cabeza, han hecho trabajos que quedarán en el recuerdo.
Shrek 2, la película más exitosa de esta casa de cine, es su orgullo, aunque otras como Madagascar, Kung Fu Panda y Cómo entrenar a tu dragón hacen parte de su repertorio de animación.
Y no solo los norteamericanos realizan trabajos animados. Películas como Metegol, historia animada en 3D del director Juan José Campanella es ejemplo de que en Suramérica también se hace animación de calidad.
Esta forma de hacer cine sigue evolucionando y la tecnología ayuda en ese proceso. Seguramente más adelante nos seguirán sorprendiendo con historias de humor, aventura y acción donde los protagonistas sean producto de la imaginación y de la animación
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