Títeres a su manera. Como los han hecho desde hace tanto tiempo. Como se emocionan cuando miran ese muñeco que han hecho y le han puesto una personalidad. Como les han inventado historias para contarles a niños y a grandes. A cualquiera que quiera saber que, de verdad, esos títeres tienen vida.
Por eso se reunieron. Ellos, que comparten la misma pasión por hacer teatro con títeres, se les ocurrió hacer un festival, para disfrutarlo ellos, por supuesto, y, además, para "que la gente se de cuenta de la calidad de títeres que hay en la región", dice Lelis Sierra, la coordinadora de programación.
La idea empezó con la Asociación de Títeres de Colombia, Ático, y la propuesta de generar en cada región sus propias iniciativas y consolidarse como grupos que trabajan juntos por una misma causa. Entonces crearon el capítulo Antioquia de Ático y empezaron a trabajar.
Lo primero que hacen juntos es el Titerefiesta, el festival que empezó este viernes y que reúne a 11 grupos locales y a uno de Bogotá.
"Queremos invitar a la familia a las diferentes salas, porque los títeres no solo son para niños, como algunos piensan. Queremos hablar de que el títere es para la familia y, también, que tiene mucho que enseñar. A nivel pedagógico tenemos mucho que aportar", explica Néstor Gaibor Maldonado, el director.
La propuesta escénica presenta, hasta el 2 de junio, 23 funciones en siete salas, que están en Medellín (incluyendo San Cristóbal y San Antonio de Prado), Bello, Apartadó y Turbo. "Lo que buscamos -añade Lelis- es impulsar los títeres desde las mismas salas y motivar otros lugares".
Además, como la intención es, precisa él, "ser un oasis de títeres y un festival pedagógico", se presentarán siete ponencias, que buscan hacer historia sobre el titiritero y reflexionar sobre el oficio. Aprender y enseñar.
Para ver despacio
Para no quedarse en las tablas propusieron una exposición que está en el Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe desde el lunes 20 de mayo.
Son 40 muñecos elaborados y animados por los grupos que participan en el festival y que muestran esa diversidad de técnicas, de trabajos, de posibilidades. Un recorrido para encontrarse con la magia del titiritero, desde el hacer y construir las ideas.
Este primer festival es apenas el comienzo de un sueño colectivo de ellos, que han creído en los muñecos para decir, para narrar, para que el público se emocione.
Pico y Placa Medellín
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