Un dulce triunfo alcanzó este domingo el Deportes Tolima 3-1 sobre el Deportivo Cali, pero su fútbol dejó un sabor agridulce, por la falta de volumen ofensivo y generación de fútbol desde el medio campo, dejando dos caras diferentes: la feliz del triunfo y la irregular del juego.
Un Cali en crisis, sin técnico titular y con la ansiedad de ganar visitó a un vinotinto y oro que no desplegó su mejor fútbol, ganaba cómodo, se complicó, casi le empatan y al final el goleador Wílder Medina de nuevo fue la solución para otro triunfo de los Pijaos de dos caras.
Los azucareros llegaron confundidos a Ibagué, como consecuencia de las indecisiones de los directivos, quienes sobre la hora dejaron ir a Jorge Cruz del cargo con entrenador y pusieron al ‘maestrico’ Jairo Arboleda, justo ante un renovado Tolima que urge de los triunfos en casa.
Y el fútbol de los visitantes fue como la actitud de los directivos, confuso y sin ideas, mientras Tolima mostró su primera cara con un juego en el toque de primera que le proporciona el uruguayo Jonathan Pérez, práctico y preciso para asistir a sus compañeros.
Así dejó a Medina solo frente al arco para el primer gol e infortunadamente salió lesionado a los 40 minutos del primer tiempo, para darle paso a Micolta a quien le hubiese sido mejor no haber entrado.
Con la salida del uruguayo, las imprecisiones de Marrugo, la falta de precisión de Santoya y el poco aporte ofensivo del día por parte de los laterales, Tolima se empezó a confundir y a mostrar la otra cara, esa que se vio en el segundo tiempo.
Aunque antes de finalizar la primera mitad, llegó la obra de Santoya, tras un pase del defensa Dávinson Monsalve.
Pero el segundo tiempo mostró la peor cara de este Tolima, pues Micolta no fue capaz de entregar bien ninguno de los seis balones que tocó, por eso fue sustituido por Wílmer Parra (sólo estuvo 25 minutos en la cancha). Marrugo tampoco apareció en la dimensión que se le conoce y en la que venía actuando, más allá de un remate en el travesaño.
Cali se acercó, se aproximó mucho más de lo esperado, descontó con Anthony Tapia, estuvo cerca del empate. Pero también se encontró con el paraguayo de Tolima, Antony Silva, quien en todo el partido sacó seis opciones claras de remates de los azucareros, para constituirse en la figura del partido, junto con el defensa Monsalve y el volante Mike Campaz, más el goleador Medina.
Los Pijaos no se encontraban en su fútbol, en el juego de identidad que se le caracteriza y los caleños estuvieron cerca de la igualdad, pero tampoco estaban precisos para definir.
Y en el final de nuevo llegó la cara dulce de los tolimenses. Con una asistencia precisa de Wílmer Parra para la llegada de Medina, quien definió para el tres por uno final.
La cara dulce del triunfo, con la agridulce del juego, deja a Tolima con 11 puntos en el torneo, aún por fuera del selecto grupo de los ocho, aunque con los mismos puntos del sexto. Pero la buena noticia es la reclasificación, en la que marcha segundo y ya con seis puntos de ventaja sobre el Caldas.
Ahora los Pijaos se alistan para enfrentar al Atlético Huila en la capital musical este miércoles a las 8:00 de la noche, mientras que Cali recibirá en el Pascual Guerrero al América, en la jornada de los clásicos en Colombia.
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