El tiquete estudiantil no solo favorece a 12.200 estudiantes de 145 instituciones educativas y universitarias de Medellín, hay otros que parecen pescar en río revuelto.
Paradójicamente, en medio del esfuerzo de las empresas legales, que subsidian a los alumnos con la mitad de la tarifa urbana, que es de $1.700, los informales son los que, según denuncias del gremio, se están llevando una parte de este beneficio impulsado por la Alcaldía desde 2005.
El gerente de Transportes Aranjuez Santa Cruz, José García, anunció que en 2012 terminaron con el Tiquete Estudiantil debido al mal manejo y a la falta de control de la Secretaría de Movilidad al llamado transporte informal.
Explicó que los estudiantes les entregan los tiquetes a los conductores que van a los barrios, a menos costos, en viejos autos no autorizados para ello. Estos se los venden a los buseros, quienes los descuentan de la utilidad de los carros.
Entonces, dijo, los propietarios empezaron a notar el problema, porque en un día les pasaban hasta 180 tiquetes.
"El otro problema -insistió- se nos presenta con el Inem, de El Poblado, donde les entregan los tiquetes a los muchachos y estos pagan con ellos a algunos de servicios especiales que los movilizan a sus comunas.
"Estos tiquetes, también van a parar a las manos de nuestros conductores. Esto se nos salió de las manos y optamos desde 2013 por no colaborar más", comentó.
El director ejecutivo de la Corporación de Transportadores Urbanos de Medellín, CTU, Héctor Mariano Cadavid, afirmó que como gremio están vinculados al Tiquete Estudiantil con varias de las empresas afiliadas, mas no con todas, por este problema.
"Estas situaciones, incluyendo la del Inem, tienen en retirada a muchas empresas que ya no los reciben", dijo.
Recordó que como gremio, la CTU está vinculada con 3.195 tiquetes diarios y las empresas que colaboran son: Conducciones América, Palenque Robledal, Transportes La Maya, Coopatra, Campo Valdés, Invertrans, Coometropol, Coinvetrans y Cootransvi. En los corregimientos, Rápido San Cristóbal y Trasancoop dan directamente los tiquetes a los estudiantes de San Cristóbal y Santa Elena.
En estos tiquetes, recordó, el transporte urbano invirtió el año pasado 3.159 millones de pesos, de los cuales a las afiliadas a CTU les correspondió $600 millones.
A estas denuncias, Zuly Gallardo, gerente del Tiquete Estudiantil, respondió que en caso de los servicios especiales la competencia la tiene el Ministerio del Transporte, al que ya se le puso en conocimiento de la situación.
Del tiquete afirmó que en 2014 arrancó el 5 de marzo con 23 empresas vinculadas para beneficiar a 12.200 estudiantes de instituciones educativas y universidades.
Sobre las que se retiraron explicó que, además de Aranjuez Santa Cruz, Autobuses El Poblado y otras, también lo hicieron Cootrabel, en Belén, porque casi todas sus rutas son alimentadoras de metroplús. También, en Manrique, Cootramo y Cootransa, por las mismas razones.
Fernando Carvajal, rector del Inem, que tiene 6.800 alumnos, dijo que los 30 buses especiales fueron contratados desde hace 30 años, por los padres de familia, que pagan mensual o quincenalmente y el viaje vale de $1.000, al más caro, a Bello, que es de $2.200. "En consecuencia, son unos 2.200 los jóvenes que se benefician del transporte especial contra 234 del tiquete estudiantil que nos dieron este año. Por la forma de pago no creo que estos los reciban los conductores", concluyó.
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