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La llegada del vicepresidente de la República, Angelino Garzón, a Tibú, empieza a dar buenos resultados para el paro campesino que ya ajusta 36 días. Pues se espera que mañana se levante el bloqueo, temporalmente, para que puedan llegar alimentos tanto a Tibú como al corregimiento La Gabarra.
Además, las partes acordaron que el obispo de Tibú, monseñor Omar Alberto Sánchez, y el viceministro de trabajo, José Noé Ríos, elaboren un acta de acuerdo que satisfaga a ambas partes.
El líder de las protestas, César Jerez, aseguró que están tratando de "elaborar unas propuestas que sean convincentes para el presidente Santos".
Jerez también dijo que la idea es que el martes, y cada día de por medio, pueda pasar una caravana alimentaria, pero solo "sí hay unos primeros acuerdos que pueden ser avanzar en la Zona de Reserva Campesina y en los subsidios a los afectados por la erradicación de cultivos de coca".
En el primer encuentro, que fue el sábado, y en el que las partes no llegaron a acuerdos, hubo, por lo menos, empatía, así lo dijo Garzón: "Hay un buen un ambiente de respeto recíproco, de reconocimiento recíproco de los problemas sociales de la región y, ante todo, una gran voluntad de encontrar solución a los problemas. Fue un diálogo abierto y franco. No hubo temas vedados en la mesa".
Pero las críticas no se han hecho esperar sobre el trato que el Gobierno le ha dado a las protestas, pues, según el analista Ariel Ávila, "el Gobierno ha actuado con muy poca celeridad, no le ha dado seriedad a lo que está pasando en Norte del Santander, esperemos a que ahora sí se pueda llegar a una solución".
Por su parte, el representante a la Cámara Iván Cepeda afirmó que "el presidente y los ministros deberían bajarse de la nube y tomarse de manera seria la situación, que no sigan implementando la política de no tomarse en serio los problemas".
Y la petición de los campesinos, que es la columna vertebral de las protestas, de que se instaure la Zona de Reserva Campesina Catatumbo, también tiene sus detractores, en este caso el expresidente Álvaro Uribe Vélez dijo que le preocupa mucho que "el grupo terrorista de las Farc se salga con la suya para conseguir una Zona de Reserva Campesina, porque las pocas que hay en Colombia son emporios del terrorismo" que frustran las posibilidades de desarrollo del campo.
Los riesgos de la inversión en esa zona del país es uno de los puntos que preocupan a Uribe Vélez, pues comentó que el Catatumbo está pendiente de que se instalen extractores de palma de aceite por un valor de 100.000 millones de pesos; pero recalcó que la sola expectativa "de entregarle la zona a las Farc", puede afectar esa posibilidad de inversión y sería muy grave para el país.
César Jerez recalcó que es muy importante que se avance en la creación de la Zona de Reserva, pues "desde hace más de diez años que en Colombia no se constituye una y nosotros tenemos todo, es cuestión de ley lo que pedimos".