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VIVIR EN MEDIO DEL SILENCIO

  • VIVIR EN MEDIO DEL SILENCIO
09 de agosto de 2014
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El tema de las víctimas de Colombia es muy complejo y, definitivamente, va mucho más allá de los acuerdos de paz de La Habana. El Estado y las Farc se han venido recriminando mutuamente por la guerra y cada uno se reclama como víctima. La discusión del Foro Nacional de Víctimas de esta semana incluyó a las víctimas del Estado, de los paramilitares y de la guerrilla, pero como lo sostuvo sutilmente Fabrizio Hochschild —representante de la ONU en Colombia—: "los paramilitares sirvieron como brazo armado al Estado".

Según esto, este encuentro se redujo a víctimas de la guerrilla y del Estado, convocados por la ONU y el Centro del Pensamiento de la Universidad Nacional. Algunas de las víctimas de las Farc —230 del total de 1.600 asistentes—, no dejaron de manifestar su asombro. Los organizadores no socializaron previamente que en el Foro íbamos a estar todos, razón por la cual la mayoría de las víctimas de las Farc se sintieron invisibilizadas. No es para menos, quienes están en la mesa de negociación son las Farc.

¿Cuál fue el criterio de selección de los asistentes? ¿Quiénes nos seleccionaron? A todos, provenientes de todo el país, nos pagaron los gastos de los tres días que duró el evento. Pero insisto: solo la cuarta parte era víctima de las Farc. El resto de asistentes han padecido las acciones de otras guerrillas y las barbaridades de los paramilitares. Se escucharon dramas desgarradores. Uno a uno, narró sus historias de dolor. La víctima no padece solo un dolor fisiológico, sino también existencial y social. Además, junto a esa forma truculenta del sufrimiento, existen otros dos dolores diarios y ocultos: el silencio y el miedo.

Las víctimas quieren verdades: dónde están sus seres queridos, cómo murieron, por qué, quién dio la orden, quién fue cómplice. Están pidiendo la palabra del victimario para terminar el duelo. Más que querer castigar, manifestamos nuestro afán por conocer la verdad. Lo he dicho una y otra vez en esta columna: no es el Estado quien debe perdonar, son las víctimas.

Hay que quitarles soberanía al perdón y al proceso de paz, pues como se evidenció en el Foro, nos convocaron solo para legitimar unos acuerdos ya pactados. Porque, causa curiosidad, no fueron las víctimas las que pudimos elegir nuestros voceros, quedó en manos de los organizadores del evento que, según ellos, deben cumplir un mandato de la mesa de negociación: Farc y Gobierno.

No percibí ninguna puja para esa representatividad. Claro, nadie pretende ir a La Habana para tomarse fotos con su victimario. Pero, muchos sí queremos conocer la verdad y, especialmente, participar en un ejercicio honesto de concienciación que lleve a la no repetición. Queremos recuperar la memoria de un conflicto que nos ha desangrado.

Desde luego, un encuentro nacional de víctimas de esa magnitud, el primero, es algo sumamente valioso y de aplaudir. Lástima que asistimos en su mayoría víctimas que hemos estado visibles por distintas circunstancias: el liderazgo comunitario; los medios, como en mi caso; o el protagonismo en funciones públicas, como es la experiencia de otros.

Pero el gran reto es que aquellas víctimas que están padeciendo el abandono del Estado, que tienen que vivir en medio del silencio y que no tienen los medios para narrar su dolor, puedan ser visibles. Solo así llegaremos a una verdadera reconciliación.

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