Con la muerte de la cantante Whitney Houston, a sus 48 años, se apaga otra voz celestial; y se abre una profunda reflexión sobre cómo es posible que una persona que lo tuvo todo: dinero, fama y prestigio, termina en la más profunda soledad de una tumba.
El mundo de la música ha perdido a una de sus más grandes estrellas y cualquier homenaje que se le haga a Whitney Houston resultará poco para recordarla y agradecerle el habernos puesto a soñar con su voz.
La entrega anoche de los Grammy fue una tristísima coincidencia para los amantes del sincretismo musical con que Houston pudo llegar a lo más alto de su carrera y ocupar por muchos años un lugar destacado en las listas de Billboard y ser la primera mujer en llegar al número uno de la prestigiosa revista.
Paz en la tumba de Whitney Houston n
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