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El futuro canciller alemán, el socialdemócrata Olaf Scholz, anunció este miércoles un acuerdo para formar con los Verdes y los liberales el primer gobierno posterior a Anegla Merkel, reto que asume enfrentado una grave crisis con el rebrote del covid y, al mismo tiempo, marcando el fin de 16 años en el poder tras tres mandatos continuos.
Casi dos meses después de las elecciones legislativas alemanas, marcadas por un derrumbe histórico del campo conservador de la canciller, Olaf Scholz se prepara para sucederle a principios de diciembre con una alianza inédita con los Verdes y los liberales del FDP.
Estas tres formaciones se pusieron de acuerdo sobre un “contrato” de coalición llamado “Atreverse a más progreso. Alianza para la libertad, la justicia y la sostenibilidad”, con grandes propuestas medioambientales, como avanzar el fin del uso del carbón a 2030, en lugar de 2038.
Nunca esta combinación política estuvo en el poder en la Alemania de después de la Segunda Guerra Mundial.
En este contexto Scholz “será un canciller fuerte”, según prometió el dirigente del FDP, Christian Lindner.
Y el futuro jefe de gobierno, de 63 años y que todavía tiene que ser investido por los diputados del Bundestag, prometió que haría todo lo posible para combatir la nueva ola de coronavirus.
Entre las medidas anunciadas, una suma de 1.000 millones de euros será destinada al personal sanitario “particularmente exigido” por la pandemia.
Alemania también tiene que “estudiar” una posible “extensión” de la obligatoriedad de las vacunas, en vigor en el ejército y pronto en los centros médicos.
La formación de un gobierno en Alemania tranquilizará a los países europeos, inquietos de ver a Alemania sin nadie en el timón, en un momento en que la pandemia resurge.
Otra medida que quiere implementar la nueva coalición –según el acuerdo de gobierno– es la de legalizar el cannabis, cuya venta en “tiendas autorizadas” se reservará al consumo de los “adultos”