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Cinco explosiones contra dos buques petroleros que navegaban por el golfo de Omán hicieron que el mundo contuviera la respiración ante un posible conflicto en ese lugar de Oriente Medio, “la yugular de occidente”, como la llamó en su momento el expresidente de Estados Unidos Richard Nixon.
Los ataques generaron un cruce de acusaciones entre Estados Unidos e Irán, muchas dudas sobre los responsables y al menos una certeza: al final del día Irán y los productores de petróleo ganaron millones de dólares debido a una subida de 2 % en los precios del crudo, generada por el miedo a un posible bloqueo del suministro en ese lugar, por donde circula el 30 % del petróleo global.
Estados Unidos, aliado de Arabia Saudí y Emiratos Árabes, acusó a Irán por los ataques. El secretario de Estado, Mike Pompeo, aseguró que las armas utilizadas, la forma en la que fue ejecutada la operación “y los recientes ataques iraníes en el transporte marítimo” justifican esa conclusión. Se refería al sabotaje de otras cuatro embarcaciones el 12 de mayo, del cual Estados Unidos también adjudicó al régimen que presiden el presidente Hasán Rohani.
Por su parte, el ministro iraní de relaciones exteriores, Javad Zarif, dijo a través de Twitter: “Sospechoso no es suficiente para describir lo que ocurrió esta mañana”, haciendo referencia a que los ataques –que afectaron a una embarcación japonesa– se dieron al tiempo que el primer ministro de ese país asiático visitaba Irán para intentar aliviar la tensión con EE. UU.
De fondo, como explica José Ángel Hernández, director de la maestría en historia de la U. Sergio Arboleda y experto en Medio Oriente, está el tablero de poder que se mueve en Medio Oriente.
“Podría tratarse de un intento por incriminar a Irán por parte de los aliados de Estados Unidos a la región (Emiratos Árabes o Arabia Saudí) con el objetivo de que Trump tome medidas contra su enemigo común”, afirma. Sin embargo, agrega, al mismo tiempo, es verosímil que se trate de una amenaza de Irán hacia el mundo, para demostrarle su capacidad de controlar la circulación de crudo.
Para Amylcar Acosta, exministro de minas de Colombia, la tensión es responsabilidad de Trump, quien con la ruptura en 2017 del pacto nuclear con Irán que había alcanzado Obama, abrió un escenario de confrontación peligroso.
“Con bloquear el estrecho de Orduz un mes, Irán tiene el poder para afectar la economía mundial por 10 años”, afirma Hasan Türk, analista experto en Medio Oriente. A su juicio, tras esa columna de humo en un barco al otro lado del mundo puede estar la señal inicial de un conflicto que, de darse, “sería la madre todas las guerras”