viernes
7 y 9
7 y 9
Estados Unidos presentó ayer martes ante el Consejo de Seguridad de la ONU un nuevo borrador de resolución para prorrogar el embargo de armas que pesa sobre Irán y que expirará el próximo mes de octubre.
Esa medida está vigente desde 2015 e impide a ese país del Medio Oriente participar en el comercio internacional de arsenales. Lo que propone el documento que presentó el gobierno norteamericano es extender la norma de forma indefinida, “hasta que el Consejo de Seguridad decida”.
El texto consta únicamente de cuatro párrafos y contrasta con el primero circulado por Estados Unidos. La esencia, sin embargo, sigue siendo la misma: una prórroga indefinida del embargo armamentístico que pesa sobre Teherán y a la que Rusia y China –que tienen poder de veto en el Consejo de Seguridad– ya han dicho que se oponen frontalmente.
Aunque se espera que el borrador se vote esta semana, por ahora no hay una fecha anunciada y, a causa de la pandemia, el Consejo está usando un procedimiento escrito que requiere 24 horas una vez que se convoca el voto para dar a conocer los resultados.
El embargo de armas a Irán, que restringe al país tanto la compra como la venta de armamento, expira el próximo 18 de octubre, según estaba previsto en la resolución con la que el Consejo de Seguridad de ONU respaldó el acuerdo nuclear alcanzado en 2015 entre seis potencias internacionales y Teherán.
Estados Unidos, que ha salido de ese pacto, defiende que la continuidad del embargo es absolutamente esencial para la estabilidad en la región de Oriente Medio. La medida, sin embargo, divide a los quince países del Consejo y ni siquiera está claro que Washington cuente con los nueve votos a favor necesarios. Si no alcanza esa cifra, ni siquiera sería necesario que China y Rusia hagan uso de su derecho de veto.
EE.UU. ha advertido de que si la extensión del embargo no sale adelante, utilizará otras vías para que se mantenga en vigor. Así, ha sugerido que podría invocar una cláusula que forma parte del acuerdo nuclear de 2015 y que fue diseñada para volver a imponer sobre Teherán todas las sanciones de la ONU que se habían levantado, pero solo en caso de que se comprobara que había violado el pacto.
Sobre este asunto, el presidente de Irán, Hasan Rohani, aseguró ayer que espera que la propuesta fracase. “La adopción de tal resolución significaría una violación flagrante del acuerdo nuclear”, sentenció el mandatario.