El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ahora también debe mirar a los lados para identificar a sus detractores. Ayer, con 12 votos de su partido, el Republicano, el Senado aprobó una resolución que frena la declaración de emergencia que el mandatario había emitido en febrero con el fin de construir el muro fronterizo con México.
Se trata de un nuevo obstáculo en una disputa que inició en diciembre, cuando la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, rechazó el presupuesto de 5.700 millones de dólares solicitado por Trump para la construcción de la barrera fronteriza, su propuesta de campaña más mediática.
El camino alternativo que encontró el magnate fue la emergencia nacional. En una movida sin precedentes, elevó el fenómeno migratorio al nivel de una guerra o una epidemia, lo que le permitiría usar 3.600 millones de dólares del presupuesto de construcción militar para su objetivo sin consultarle al Congreso.
Pero ayer, con la resolución que anuló la emergencia nacional, “las instituciones de EE. UU. demostraron una vez más su resistencia”, como señala Javier Garay, profesor de asuntos internacionales de la Universidad Externado.