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El 2015 fue un año nefasto para América Latina en términos de derechos humanos, dados los “abusos gravísimos en materia de seguridad, impunidad y corrupción”, afirmó ayer el director ejecutivo de Human Rights Watch (HRW) para las Américas, José Miguel Vivanco, con motivo de la presentación del informe anual de dicha ONG.
“Fue un año donde yo diría que se produjeron gravísimos abusos y donde, salvo contadísimas excepciones, las noticias fueron malas en derechos humanos, desde el punto de vista de seguridad, impunidad y corrupción”, añadió el jurista chileno.
Entre los casos que más influyeron negativamente en la situación de D.H. en la región, Vivanco señaló principalmente los de Venezuela y México.
“Estamos en una crisis constitucional muy dura (en Venezuela), entre una Suprema Corte que es un apéndice del Ejecutivo y una Asamblea Nacional que refleja los resultados de una voluntad popular que se manifestó en términos muy explícitos”, opinó Vivanco.
El informe de HRW es una reiteración de su postura crítica respecto a las continuas violaciones de derechos humanos contra quienes pertenecen a la oposición política.
“La acumulación de poder en el Ejecutivo y el deterioro de las garantías de derechos humanos han permitido que el gobierno intimide, censure y enjuicie a sus críticos. Si bien algunos venezolanos todavía expresan críticas al gobierno, la posibilidad de enfrentar represalias —a través de acciones estatales arbitrarias o abusivas— ha debilitado la independencia judicial, y ha obligado a periodistas y defensores de derechos humanos a medir las consecuencias de publicar información u opiniones contrarias”, argumenta la página web de la ONG.
En este sentido, Vivanco consideró al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, como el personaje destacado del año por su lucha para proteger los derechos humanos en la región.
Respecto a la situación mexicana, Vivanco elogió el papel de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) en la búsqueda de verdad y justicia para el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, algo que no obstante permanece impune tras casi un año y medio de ocurrido. Este caso lo consideró similar al de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), otro de los aspectos que resaltó por su aporte positivo a la situación regional.
No obstante, Vivanco expresó su escepticismo respecto a la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih), impulsada por la OEA en ese país, por juzgar que no tiene “ni el mandato ni la estructura para investigar como la Cicig en Guatemala”.
Ante las conclusiones del estudio de Human Rights Watch, ¿hay lugar para pensar que estuvo politizado en algún sentido? Consultado por EL COLOMBIANO, Germán Sahid, docente de la Facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, afirmó que no hay motivo para pensar eso del informe o de la propia ONG.
“Si ahora HRW se ha mostrado muy crítica con el régimen chavista en Venezuela, hay que recordar que así fue hace algunos años con el uribismo. En este sentido, más que politizada, yo diría que es apolítica y no tiene ningún sesgo ideológico”, argumentó.
“Dicha ONG se caracteriza por evaluar la situación de los países de acuerdo a las actuaciones de gobierno frente a las violaciones a los derechos humanos. Ahí no entra ninguna consideración política”, agregó.
“Sin duda, el 2015 fue nefasto para A.L. respecto a derechos humanos, donde gobiernos como Venezuela y Nicaragua violaron derechos políticos de la ciudadanía. Asimismo, se vio en México cómo la mafia se tomó poderes locales ante la ausencia de Estado”, concluyó