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Redadas a migrantes asientan el mensaje de expulsión en EE. UU.

El gobierno es acusado de promover la xenofobia por la detención de 680 indocumentados.

  • Las detenciones se llevaron a cabo en 7 plantas de procesamiento de alimentos en las ciudades de Bay Springs, Cartago, Cantón, Morton, Pelahatchie y Sebastapol. FOTO AFP
    Las detenciones se llevaron a cabo en 7 plantas de procesamiento de alimentos en las ciudades de Bay Springs, Cartago, Cantón, Morton, Pelahatchie y Sebastapol. FOTO AFP
  • Entre los detenidos hay 107 mexicanos, según informó la Secretaría de Relaciones Exteriores de ese país. FOTO AFP
    Entre los detenidos hay 107 mexicanos, según informó la Secretaría de Relaciones Exteriores de ese país. FOTO AFP
09 de agosto de 2019
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Fueron por ellos hasta las fábricas de procesamientos de alimentos en las que trabajaban, los sacaron y los montaron en buses rumbo a los centros de detención. 680 migrantes ilegales fueron capturados este miércoles en 6 ciudades del estado Mississipi en una redada que, según las propias autoridades estadounidenses, fue la más grande de la última década.

El operativo, que cumplió con la promesa hecha en junio por el presidente Donald Trump de deportar a millones de migrantes para detener la “invasión” desde América Latina, se dio un par de horas antes de que el propio presidente compareciera ante las víctimas de la masacre cometida el pasado fin de semana por un supremacista blanco en El Paso, Texas.

Allí, Trump afirmó que su discurso, lejos de incentivar este tipo de crímenes, “une a las personas”.

No fue el caso del asesino de Texas, Patrick Crusius, quien usando las mismas palabras que Trump, mató el pasado fin de semana a 20 personas como “respuesta a la invasión hispánica”, según dijo en un manifiesto publicado antes del tiroteo.

“Trump tiene un doble discurso”, dijo a EL COLOMBIANO la senadora demócrata Julia Salazar. Para la parlamentaria, hay una responsabilidad política por las masacres del fin de semana que, como las recientes deportaciones, Trump parece ignorar.

¿Cuáles serán los efectos?

Como explica David Castrillón, profesor de relaciones internacionales de la U. Externado, pese a las críticas desde el Partido Demócrata y los defensores de los derechos de los migrantes, en principio el gobierno estadounidense no violó la ley con la redada.

Sí envió, en cambio, un mensaje, que puede resumirse con las palabras del fiscal del distrito sur de Mississipi, Jeremy Hurst, dirigidas a las empresas que emplean a indocumentados: “Iremos por ustedes”.

Entretanto, mientras la autoridad migratoria anunciaba este jueves –sin especificar la cantidad– la liberación de algunos de los detenidos, con tobilleras electrónicas o con órdenes de audiencias judiciales para definir su situación, la atención se dirigió hacia los hijos de los detenidos.

Muchos de ellos, como reportó el medio local Clarion Ledger, comenzaron a estudiar en el jardín el martes y, el miércoles, cuando regresaron de sus colegios, no encontraron a sus padres.

La cadena CNN difundió el video de una niña llorando quien, en abstracto, suplica al gobierno que libere a su papá: “No hizo nada, no es un criminal”.

Para el profesor de ciencia política de la Universidad de Washington, Emilio Viano, “habría que preguntarse si el interés del país es que estos niños crezcan sin sus padres”.

Se refiere a la posibilidad de que, ante una deportación, los menores de edad sean reubicados con otros familiares residentes en Estados Unidos, aunque como señala Castrillón, también cabe la opción de que sean deportados en caso de no haber nacido en ese país y de que sus padres no sean objeto de asilo político.

Según datos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, bajo el gobierno de Donald Trump han aumentado las detenciones de migrantes irregulares en sus trabajos hasta en un 300 %; mientras en 2017 hubo 1.691 casos abiertos, en 2018 fueron 6.848.

“Tienen que obedecer nuestras reglas, tienen que venir legalmente. O, si no, entonces no deberían venir”, dijo Hurts. Sus palabras, guardan cierta reminiscencia con las que publicó Crusius 90 minutos antes de tomar una AK-47 y disparar contra medio centenar de personas: “La población hispana está dispuesta a regresar a sus países de origen si recibe en incentivo adecuado”

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