Al matrimonio no se llega tarde. Ese fue el mensaje que le quedó más que claro a una mujer en Italia después de que su boda la vaya a recordar por un insólito hecho. Su boda en la iglesia de Sant’Ambrogio di Varazze se convirtió en noticia por una decisión poco habitual del sacerdote encargado de oficiar la ceremonia. La puntualidad inflexible del párroco le jugó una mala pasada al retraso de la mujer.
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La ceremonia estaba programada para realizarse antes de la misa dominical, pero la novia no llegó a tiempo al altar. Ante la demora, el sacerdote Don Claudio Doglio optó por iniciar el casamiento únicamente con el novio presente.
Según relató el cura, no estaba dispuesto a alterar el calendario litúrgico ni a mantener a los fieles esperando. Por eso, anunció que comenzaría tan pronto sonaran las campanas, lo cual ocurrió sin la presencia de la mujer.
Esa decisión sorprendió a los asistentes, que esperaban la tradicional demora aceptada socialmente en este tipo de eventos, previo a la entrada de la novia a la iglesia. El ambiente se puso incómodo entre los invitados y familiares, quienes no sabían cómo reaccionar.
Doglio explicó a medios locales que su decisión no se justificó en caprichos, sino en el respeto hacia quienes habían acudido a la misa. Por eso, aclaró que su posición era coherente con anteriores ocasiones en las que también defendió la puntualidad en otros sacramentos.
Según testigos, el sacerdote había advertido a la pareja sobre los posibles inconvenientes de programar la boda tan cerca de la misa dominical. Incluso sugirió cambiar la hora o adelantar la indicada en las invitaciones para evitar retrasos.
Se conoció además que la novia se encontraba frente al templo en el momento del inicio, aunque no había ingresado aún debido a preparativos de última hora. Para entonces, el matrimonio había comenzado sin ella.
La ausencia del tradicional Ave María, normalmente interpretado durante este tipo de ceremonias, también llamó la atención. Ante lo cual, el sacerdote dijo que no es parte de los cantos litúrgicos oficiales.
Doglio remarcó que existen directrices que desalientan el uso de cantos no litúrgicos en las misas, incluso en contextos especiales como los matrimonios. Por lo tanto, decidió mantener la celebración dentro de los parámetros formales.
Este insólito episodio —que dejará una marca imborrable en la pareja— ha generado debate en redes sociales entre quienes respaldan el rigor del sacerdote y quienes creen que debió mostrarse más flexible. Sin ir más lejos, el “sí, acepto” pasó a segundo plano en esta boda.
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