El reformista liberal Anatoli Chubais, uno de los exasesores del presidente ruso Vladímir Putin, se encuentra hospitalizado en Italia por un problema inmunológico, informaron los medios italianos.
Sin embargo, hay otras voces que están especulando que Chubais habría sido envenenado. Esto, debido a que el Kremlin ha usado ese modus operandi en distintas ocasiones para silencia a opositores y desertores.
Según el testimonio de la periodista y excandidata presidencial rusa, Ksenia Sobchak, Chubais no podía mover correctamente sus manos y sus pies. Además, tiene parálisis facial.
Los médicos sospechan que tiene síndrome de Guillain-Barré y fuentes con las que habló el diario Financial Times señalaron que no creían que lo hubieran envenenado.
Chubais, que renunció en marzo a su cargo y abandonó el país por desavenencias respecto a la guerra en Ucrania, tiene 67 años y se encuentra ingresado en el Hospital Mater Olbia de Cerdeña, donde se encontraba de vacaciones, según las mismas informaciones.
Abandonó el país en marzo, después de mostrar discrepancias por la invasión de Moscú a Ucrania y su salida se produjo después de que también lo hicieran otros representantes del mundo cultural y de negocios contrarios a esta campaña militar del Kremlin.
En los últimos 30 años había desempeñado puestos de responsabilidad y desde diciembre del 2020 ocupaba el cargo de representante presidencial.