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Fujimori, de nuevo a la cárcel

Un juez le retiró el indulto y reactivó las órdenes de captura contra el expresidente peruano.

  • Alberto Fujimori estaba internado en una clínica cuando fue indultado el pasado mes de diciembre. Al conocer la noticia, fue dado de alta y salió rumbo a su casa con uno de sus hijos. Ahora, con la eliminación del indulto, volvió a ser internado. FOTO reuters
    Alberto Fujimori estaba internado en una clínica cuando fue indultado el pasado mes de diciembre. Al conocer la noticia, fue dado de alta y salió rumbo a su casa con uno de sus hijos. Ahora, con la eliminación del indulto, volvió a ser internado. FOTO reuters
04 de octubre de 2018
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En pleno cumpleaños de Pedro Pablo Kuczynski (PPK), el expresidente de Perú que le otorgó el indulto al político Alberto Fujimori, y como si se tratara de un juego del destino, el Poder Judicial de ese país determinó anular la decisión que le dio la libertad a Fujimori –también considerado como un regalo de Navidad–, el 24 de diciembre del año pasado.

El juez declaró fundado un pedido “de no aplicación” de este beneficio judicial y dio una orden de “ubicación y captura” para que Fujimori “sea reingresado al establecimiento penitenciario” que determine la autoridad competente. Esta decisión, tomada en una sentencia de 225 páginas, señaló que este indulto “carece de efectos jurídicos”.

La noticia, de entrada, cayó bien a las familias de las víctimas de las masacres de los barrios Altos y La Cantuta, por las que el expresidente fue condenado a pagar 25 años de cárcel como responsable y determinador.

Así fue

Las familias víctimas impusieron las denuncias respectivas para frenar esta decisión, la cual consideraban injusta, teniendo en cuenta que se trataba de violaciones de derechos humanos. Además, siempre se respaldaron en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Las víctimas tenían como base que el indulto otorgado por PPK respondía a beneficios políticos y no “humanitarios” –como se argumentó en ese momento– pues el entonces presidente decía que “la situación médica de Fujimori requería ser tratada en libertad”, basado en conceptos de una junta médica que se creó para tomar la decisión.

“El indulto es una potestad constitucional discrecional del presidente, pero debe estar regido por principios constitucionales y normas internacionales de derechos humanos. En este sentido, la Comisión expresa su preocupación porque el indulto a Fujimori no cumple con requisitos legales fundamentales, como tampoco con elementos del debido proceso legal e independencia y transparencia de la junta de evaluación técnica”, manifestó la CIDH tan solo cuatro días después de haberse otorgado.

En la resolución que otorgó la libertad y la “gracia”, PPK argumentó que Fujimori sufría de “fibrilación auricular paroxística con riesgo moderado de tromboembolismo, hipertensión arterial crónica con crisis hipertensivas a repetición que han merecido atención de emergencia y evacuación”.

Beneficios, al traste

Tan solo había pasado tres meses y la dinámica política de Perú ya había dado un vuelco de 180 grados. El presidente PPK renunció al cargo en marzo pasado, tras un año y siete meses de gobierno, luego de que se conocieran unos videos en los que se veían al parecer, congresistas de su línea política ofreciendo prebandas y sobornos que buscaban frenar el proceso de destitución que hacía curso en el Congreso peruano en diciembre del año pasado.

Sin embargo, la relación más directa entre PPK y el fujimorismo se dio 10 días antes de otorgar el indulto. En ese momento, durante la discusión de la destitución, 10 congresistas del partido Fuerza Popular, incluyendo al hijo del dictador, Kenji Fujimori Higuchi, lo salvarían de la destitución al abstenerse de votar, lo que fue considerado como una traición por diferentes sectores políticos.

Ahora que el panorama cambió para Fujimori, y que PPK no está en la presidencia, se evidencia cómo lo que entre sectores políticos y analistas peruanos vieron como una alianza “gana-gana” entre Fujimori y PPK se fue al traste, pues los dos se quedaron sin los beneficios que buscaron con esos acuerdos por cuenta de la decisión que adoptó el Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte Suprema, a cargo del magistrado Hugo Núñez Julca.

Ante la decisión, su hija Kenji Fujimori lamentó que su padre tenga prácticamente decidido su retorno a la cárcel, y apuntó que “si regresa, jamás se lo perdonaré a Fuerza Popular. Aquí no hay canje de votos, no ha habido votos por obras, lo que ocurre es una pugna del poder dentro de Fuerza Popular, ese es el origen de esta turbulencia”.

Así queda el horizonte

María Fernanda Castro Rivas, periodista y politóloga peruana consultada por EL COLOMBIANO, sostiene que el panorama político no cambiará, pues el partido de los fujimoristas está resquebrajado y, por el contrario, se fortalecerá la democracia y la imagen del actual presidente, Martín Vizcarra, teniendo en cuenta que los peruanos celebran que el indulto se haya echado atrás.

“Se ha resuelto que a los violadores de derechos humanos, como en este caso, no se les conceda el indulto”, dice Castro Rivas, quien además agrega que “el único sector que lamenta esto es el fujimorismo”, pues los defensores de derechos humanos incluso fueron hasta la sede del Poder Judicial para celebrar. “Se dice que por fin llegó Navidad, pues el 24 de diciembre del año pasado miles de familias dejaron de festejar la fecha para salir a las calles a rechazar el indulto”.

Apelar y esperar

Por otra parte, el abogado César Nakasaki, exdefensor de Fujimori, citado por EFE, señaló a Keiko Fujimori como responsable de la anulación del indulto que disfrutaba su padre y lo calificó como un hecho “irremediable” tras los ataques que realizó a quienes lo promovieron, lo que conllevó a la fractura política con su hermano Kenji.

“La guerra política entre Fuerza Popular, el Gobierno, traerse abajo a Kuczynski, irremediablemente era traerse abajo el indulto”, afirmó Nakasaki, quien apeló la decisión del Poder Judicial, teniendo en cuenta que “solo se trata de una decisión, sin conocer un concepto médico que dictamine las condiciones médicas” del exmandatario peruano.

Pese a la apelación, según la politóloga consultada, es poco probable que el Poder Judicial cambie de decisión, entre tanto, Fujimori, tras conocer su nuevo presente, fue internado en una clínica de Lima, esperando por la decisión de la autoridad competente, que indique dónde seguirá pagando su pena. ¿Le servirá argumentar motivos de salud para seguir libre?.

25
años fue la condena que recibió Fujimori por las dos masacres.

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